Los mestizos en el censo

El presidente Evo Morales, elegido en 2005, inició su primer mandato en enero de 2006, fue reelecto en diciembre de 2009 e inició su segundo periodo en enero de 2010 y debe finalizarlo el 2014. En Holanda hace poco anunció que se postulará para un tercer mandato en el 2014. El 13 de agosto negó la intención de gobernar Bolivia hasta el 2025. Casi a fines de este mismo mes, dijo a un canal iraní que todavía no decidió si será candidato. La Ley 3.850 de mayo de 2008 reconoce y ratifica la previsión constitucional sobre la imposibilidad de la reelección y será necesario respetar la Constitución hecha por el MAS a la medida de los masistas.

Para el “Censo Nacional de Población y Vivienda 2012” la gente se pregunta cómo responderá Evo Morales al cuestionario de la boleta censal, si se sabe que él admite que más que indígena es sindicalista, dirigente que en julio pasado fue reelecto como jefe de las seis Federaciones de Cocaleros del Trópico de Cochabamba. Por su parte el vicepresidente García Linera es de tez blanca.

El término mestizo tiene su rol, es una etnia, mezcla cultural influyente, no es una identidad, es denominativo colonial. Esta categoría, se dice, es un invento de la Colonia. En la boleta oficial de 61 preguntas preparadas por el Ministerio de Planificación para el Desarrollo y el Instituto Nacional de Estadística (INE) se ha tratado de excluir la opción mestizo, empero identidad religiosa y orientación sexual se elimina en la cartilla. La falta de preferencia religiosa en el censo, el obviar al 90% de fieles de la Iglesia católica y la Iglesia Evangélica Cristiana, es otro tema polémico.

Los mestizos excluidos, discriminados en principio y lastimados tomarán en cuenta esa actitud para las elecciones del 2014. Los pueblos originarios de 16 nacionalidades piden ser incluidos en la boleta. El censo de 21 de noviembre no debe ser politizado con movidas políticas partidarias, ni tratar de generalizar creencias ni tendencia hacia un país de indígenas, guardar culto a la Pachamama, obligar a acullicar coca. ¿Bolivia sin mestizos en el décimo censo? Podría haber sido otra “metida de pata”, similar al gasolinazo de Navidad, al caso del TIPNIS y ahora, el impuesto al dólar, el cuartel ecológico y procesar a tres medios de comunicación de libre pensamiento, como ANF, Página Siete y EL DIARIO de trayectoria límpida dentro del periodismo en 108 años de vida independiente al servicio de Bolivia. El Gobierno hace cálculos políticos errados.

La ciudadanía, la clase estudiosa quiere saber, concretamente, cuál es la densidad poblacional; cuántos somos, cuántos aymaras (originarios, indígenas, campesinos, pluriculturales), quechuas, guaraníes, afros hay en Bolivia, cuántos de la clase media, cuántos varones y mujeres. Es necesaria una visión sin ambages del país en sus 187 años de vida, las características de sus habitantes en diferentes áreas, como educación, salud, vivienda, servicios básicos. Algunas preguntas del INE son capciosas e intrascendentes, como: ¿usted acullica coca?, ¿las paredes interiores de su vivienda tienen revoque? y muchos otros interrogantes simplistas y nada más.

La Ministra de Planificación dijo que “Somos un Estado laico y no se ha incluido la pregunta sobre la religión por ese motivo, además que se podía caer en un caso de discriminación positiva o discriminación negativa”.

El Presidente en una entrevista en junio, concedida a radio Nederland, manifestó: “La clase media no tiene consecuencia política ni ideología, depende del salario, de la comida, de la energía…”. Según la opinión pública el Presidente cada vez hace referencias de este tipo. Tiene confusión a la hora de ver quiénes están en la clase media, que la integran los mestizos. Olvida que los mestizos en la clase media lo llevaron al poder. La clase media alta es la que trabaja y dinamiza la economía y se olvida que existen grupos emergentes del sector de los aymaras y quechuas que tienen recursos y se incorporan a este grupo de mestizos que tiene enorme influencia y moviliza al país.