¡Qué cabeza dura!

“Se juega como se vive” frase sabia por donde la vean y quieran analizarla, cada liga en el mundo tiene impresa en sus identidades de juego sellos específicos de las sociedades donde sus integrantes fueron forjados. Bolivia tiene particularidades especiales, acá prácticamente no se puede planificar seriamente casi nada y nuestro fútbol sigue marcado por intereses particulares o regionales como sucede a diario entre nosotros. Cuando todo está supuestamente organizado por la Liga surgen inconvenientes que no solo se les escapa a los dirigentes en maratónicas sesiones sino a los propios delegados de clubes clasificados a torneos internacionales; sucedió este año en Mayo, cuando a Bolívar se le escapó un gran detalle, sus jugadores eran convocados para la selección; los mismos disputaban la Liga y paralelamente participaban en la Libertadores, como resultado vimos ataques de impotencia, viajes extenuantes con llegadas directas para disputar partidos que podrían haber sido reprogramados al principio de temporadas y cosas por el estilo. Esto sirve de reflexión para absolutamente todos los involucrados en esta temática y se tomen en cuenta detalles de este tipo en plena elaboración de campeonatos cuando corresponda.

Con la mejor buena voluntad se puede prever situaciones como la que acabamos de compartir, pero con los imponderables ¡Qué se puede hacer! Durante un par de días, 150.000 mineros de uno y otro bando impidieron transitabilidad por las carreteras, bloquearon trancas de acceso a la ciudad y convulsionaron el centro paceño para estrés y preocupación de todos los habitantes de esta sufrida y hermosa urbe. Familias enteras durante todo este tiempo estuvieron sufriendo en la terminal de buses sin poder moverse. Ante este escenario también durante los dos días enervaba la posición de los dirigentes de San José; recordemos que Bolívar, de acuerdo a programación, hoy tiene que disputar su partido correspondiente a la octava fecha. Argumentos como “pueden tomar un vuelo chárter, acá hay aeropuerto”, “pueden negociar su paso con pelotas o camisetas”, “pueden hacer transbordo, cruzar a pié el bloqueo y tomar otra flota del otro lado”, “la liga nada tiene que ver, solo tenemos que arreglar entre nosotros”, ”nosotros nunca fallamos” y cosas por el estilo.

No critico la posición de defensa de los intereses del Santo, que es válida y comprensible, solo me sorprendió la inexperiencia ante una situación más que complicada. Nadie está exento en nuestro país de ser presa de bloqueos, paros o cortes de rutas que se están haciendo cada vez más comunes y de la forma en que tratas serás tratado. Indispone los ánimos y cultiva revanchas, podrían haber demostrado un poquito mas de buena voluntad y no exponerse de una manera tan inocente, demostrando que como sea querían aprovechar la coyuntura, creo que la Liga tuvo que pronunciarse en este tema, precautelando la seguridad de toda una delegación. Las intransigencias nunca llevan a nada bueno y en estos momentos a pesar de los buenos oficios del Ministro Romero que logró un cuarto intermedio, no hay garantías de nada.