Historia de una catástrofe anunciada

Crónica de una muerte anunciada es una novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez, publicada por primera vez en 1981.

La historia se resume así: “En un pequeño pueblo, cercano a Cartagena (Colombia) en la costa del Caribe y prácticamente aislado, se casan Bayardo San Román, rico y recién llegado, y Ángela Vicario. Tras celebrar su boda, los recién casados se retiran a su nueva casa, después de lo cual Bayardo descubre que su esposa no es virgen. Cuando lo descubre, devuelve a Ángela Vicario a la casa de sus padres, donde la madre de la chica la muele a golpes. Ángela culpa de lo sucedido a Santiago Nasar, joven y querido vecino del pueblo”.

“Los hermanos Vicario -Pedro y Pablo-, obligados por la defensa del honor familiar, anuncian a la mayoría del pueblo (por divulgación) que matarían a Santiago Nasar; quien curiosamente no se entera, sino minutos antes de morir, de las intenciones de los hermanos Vicario. Éstos, después de considerarlo en varias ocasiones, acaban matándolo en la puerta de su casa, a la vista de la gente que no hizo o no pudo hacer nada para evitarlo. Pasados 27 años, el mejor amigo de Santiago (el que resulta el narrador) reconstruye los hechos, ya que él fue testigo”. (Fuente: Wikipedia).

Esta historia que fue narrada por el gran escritor colombiano se asemeja mucho a la que sigue. Desde hace un buen tiempo se habla de problemas en el Cerro Rico de Potosí, un icono nacional, sobre el cual, sin embargo, no se adopta las medidas de previsión para evitar una catástrofe, al continuarse explotando este importante depósito de riqueza mineral. Noticias recientes señalan lo que sigue.

“El secretario ejecutivo de la Federación Nacional de Cooperativistas Mineros, Albino García, dijo que el Gobierno “debe dejar de satanizar” a los cooperativistas y “tomar acciones directas” para estabilizar el cerro. Según García, el hundimiento fue en algunos puntos débiles de la cúspide, donde no hay operaciones mineras. Añadió que Fencomin presentó un informe de ubicación precisa de los puntos débiles “para que se tome acciones directas” en lugar de “querer evacuar” a los mineros.

Una reunión entre el ministro de Minería, Mario Virreira, y la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), en la que ese ente sindical propondría que se respete el informe técnico sobre el Cerro, se frene la explotación y se instruya tomar acciones para su preservación, informó su máximo dirigente, Miguel Pérez.

Sin embargo, Pérez señaló que aunque hay una zona compartida de riesgo (en Manquiri) con quienes se debe llegar a acuerdos es con los mineros cooperativistas, quienes trabajan mayoritariamente en la zona.

Alarma.

- El emblemático cerro que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad sufre deslizamientos por causa de las operaciones mineras que no cesan desde hace más de 500 años. En enero de 2011, la situación llegó a niveles alarmantes cuando se registró una grieta de 17 metros de ancho por 22 metros de profundidad en la cima de la montaña. Actualmente, más de 15.000 mineros continúan explotando las entrañas del Cerro, pese a que están alertados de que su vida está en riesgo”.

En resumen, todos, Gobierno y mineros están conscientes de que se cierne un enorme riesgo de desplome de la estructura de este monumento e icono nacional. Pero los mineros se resisten a dejar sus trabajos y el Gobierno sigue en la tarea de nuevos informes e informes, sin adoptar medidas drásticas de suspensión de trabajos debido a las amenazas de los propios trabajadores. Esperemos que esta historia, aunque no es sentimental, como la obra de García Márquez no tenga un desenlace final, con el título de la misma.