Iglesia Católica pide gobernar con humildad, amor y compromiso

Cochabamba, (EL DIARIO).- El arzobispo de Cochabamba, Monseñor Tito Solari, durante el tradicional te deum que se realizó ayer, conmemorando los 202 años de la efeméride departamental de Cochabamba, exhortó a las autoridades nacionales, a gobernar el país con humildad, amor y compromiso.

Durante el mensaje de reflexión, monseñor Solari, pidió a las autoridades que participaron de la homilía a la cabeza del presidente Morales, gobernar el país con humildad, teniendo presente las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo.

HUMILDAD

“La raíz de nuestro pecado, es el orgullo, la soberbia, acoger este evangelio, la palabra de Dios, es morir, renunciar a la mentalidad del hombre, para renacer a la vida de Cristo, no hay amor más grande que el dar la vida por nuestros amigos, ahí esta nuestra salvación, nuestro Cristo de la Concordia, con los brazos abiertos que ve crecer nuestra ciudad, que contempla los éxitos, la belleza, la riqueza, el empuje que tiene nuestra ciudad, y reconoce nuestras necesidades”, exhortó.

AMOR

En la oportunidad, el Arzobispo de Cochabamba, quien presidió la celebración junto a un grupo de sacerdotes y religiosos, insistió en que solamente el amor al prójimo, que es resultado de desprendimiento y humildad, nos permite acercarnos a Dios y trabajar por una sociedad, cada vez más justa y en bien de los más necesitados.

“Cristo, no hizo alarde de su categoría de Dios, sino que se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo y actuó como un hombre cualquiera, se rebajó aún más sometiéndose incluso a la muerte de cruz, la muerte de un delincuente, Cristo se hace delincuente para salvarnos a nosotros, se hace el último para estar cerca de cualquiera de nosotros, (…) si hay un preso, un delincuente, un abandonado, sepan que Cristo, está al lado suyo”, manifestó.

COMPROMISO

Asimismo, dijo que la verdadera revolución y el cambio que requiere cualquier sociedad parte de la sencillez y el desprendimiento que como cristianos Católicos, miembros de una sola Iglesia debemos asimilar, tratando siempre caminar al lado de nuestro prójimo, en un servicio permanente y desinteresado.

“Cuanto nos cuesta a nosotros las autoridades, andar como un cualquiera en la ciudad, no aparentar, no buscar reconocimientos, cuesta esto, cuesta mucho; es cambiar mentalidad; es volvernos cristianos, seguir la escuela de Cristo, cambiaría la vida de nuestra sociedad, esta es la verdadera revolución, la revolución del cambio de vida, de mentalidad, el por ser unos servidores del prójimo”, enfatizó.