Ni el saludo

El inglés del Queens Park Rangers Anton Ferdinand se rehusó ayer en Londres a dar la mano al defensa del Chelsea John Terry, que la temporada pasada fue acusado de dirigirle insultos racistas durante un encuentro de liga.

Cuando los componentes del Queens Park Rangers dieron la mano uno por uno a los jugadores visitantes, Ferdinand decidió pasar de largo de Terry y tenderle la mano al siguiente jugador, el portero Petr Cech.

Ferdinand ya había adelantado que no tenía intención de saludar al internacional inglés, que fue absuelto por los tribunales de un delito de alteración del orden público con agravante racista, si bien el juez acreditó que el jugador profirió insultos con contenido discriminatorio.