Sin pelos en la lengua

El delantero Neymar, una de las figuras más prometedoras del fútbol brasileño, aseguró que llegar a ser el mejor jugador del mundo no está entre sus metas, entre las que sí se encuentran disputar “los mejores campeonatos, estar en la selección y ayudar al Santos”.

En una entrevista concedida ayer al canal de televisión Globo, el jugador de 20 años que despierta el apetito de los mayores clubes de Europa apuntó que su principal deseo es “estar jugando y conquistando todo lo que sea posible”.

Neymar no supo explicar el origen de la endiablada habilidad con que enloquece a las defensas rivales.

“Comencé improvisando cuando era pequeño. En casa, ponía unas sillas y una mesa y las iba esquivando”, declaró el jugador, quien admitió que “no sabe” como logró muchos de los regates que enloquecen a los hinchas del Santos.

“Voy haciendo, van saliendo y acaba saliendo bien”, aunque en algunos casos son jugadas ensayadas en los entrenamientos, dijo.

La entrevista tuvo un toque personal y Neymar recordó que, cuando tenía sólo cuatro meses, sufrió con su familia un grave accidente de tránsito del que salió prácticamente ileso.

Su padre conducía el automóvil en que viajaba la familia, pero debió desviarse hacia la cuneta para impedir un choque frontal con otro vehículo y casi volcaron, tras lo cual no hallaban al bebé Neymar, que finalmente estaba casi debajo de un asiento, donde había caído en medio de la maniobra.

“Con mi esposa llegamos a pensar que lo habíamos perdido”, dijo el padre del jugador, quien participó en la entrevista.

El jugador habló sobre su propia experiencia como padre, que le sorprendió el año pasado, cuando tenía 19 años, y fue fruto de una relación casual con una chica de Santos.

“No sabía qué hacer, pero me dije a mí mismo que si había sido hombre para generar un hijo, tenía que ser hombre para asumirlo, y hoy estoy aprendiendo mucho con eso y David es mi mayor alegría”, admitió.

También reconoció que en el inicio de su carrera tuvo problemas de indisciplina que hoy considera totalmente superados, pues ahora es “mucho más maduro”.

Sobre el dinero que gana en el fútbol, señaló que es una cuestión con la cual no lidia, pues está totalmente en manos de su padre, que es también su representante.

“Él se ocupa de todo y solamente me deja jugar al fútbol, y yo me preocupo solamente con eso y con mi hijo”, apuntó el jugador, cuyos ingresos se calculan en torno a los 36 millones de reales (unos 18 millones de dólares) anuales entre salario, publicidad y derechos de imagen.