Distintas convocatorias comenzaron a circular ayer a través de las redes sociales para llevar a cabo un nuevo cacerolazo contra el Gobierno el próximo viernes 28 en la Plaza de Mayo y diferentes puntos de la ciudad de Buenos Aires y el interior del país.
Luego de la masiva movilización del jueves pasado, comenzó a circular en la red un nuevo llamado para protestar “en los mismos lugares” que el jueves pasado, a partir de las ocho de la noche. El objetivo principal es rechazar la gestión de la presidenta Cristina Kirchner, aunque dentro de la convocatoria existen distintas consignas, como pedir mayor seguridad y protestar contra las medidas al dólar, la “corrupción” y la eventual reforma constitucional, publicó El Tribuno.
“Abrí los ojos, Argentina, y seamos el doble de los que fuimos. Basta de kirchnerismo”, afirma un eslogan de una invitación que circuló ayer por Facebook. En tanto, en un blog, otra convocatoria afirmó: “Quedó claro que la Plaza de Mayo nos queda chica, ya que el Gobierno nacional va a seguir clausurando el 50 por ciento de la misma para que los manifestantes no nos podamos acercar a la Casa Rosada”.
Mientras se prepara la segunda manifestación, el Gobierno aseguró que no le “preocupa”. “El cacerolazo no preocupa al Gobierno”, sostuvo el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y volvió a minimizar las protestas, al considerar que “son sectores del privilegio que lo que les interesa es mantenerlo”. En declaraciones a última hora del domingo al programa 6, 7, 8, el funcionario afirmó: “El tema no preocupa al Gobierno. Preocupa ver ese nivel de odio, de agresividad. Es lo único que se ve”. De todas formas, Abal Medina reconoció que los participantes del cacerolazo “tienen el mismo derecho de manifestarse que cualquier otro”.
A su turno, el senador nacional del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, se quejó porque algunos de los manifestantes tenían “la intención de plantar un reclamo al Gobierno, pero otros tenían con un proceso armado y diseñado por profesionales”.