A principios de los 70, Vicente Fernández estaba en la cumbre del éxito, produciendo álbumes de altas ventas como “Arriba Huentitán”, “Toda una Época”, “El Ídolo de México”, “El Hijo del Pueblo”, “El Tapatío” y “Para Recordar”, álbumes que desprenden grandes éxitos que se han vuelto imprescindibles en cualquier fiesta mexicana como son: “De que manera te Olvido”, “No me sé rajar”, “Las llaves de mi Alma” (composición del propio Vicente), “Que Te Vaya Bonito” (la interpretación de Vicente se considera la mejor) cuyo compositor es José Alfredo, “La muerte de un Gallero” y otras.