El aumento de la disputa histórica que mantienen Japón y China por el archipiélago de Senkaku (para los nipones) o Diaoyu (para los chinos) ha alcanzado uno de los momentos más tensos de las últimas décadas.
Fábricas de multinacionales, tiendas de ropa y supermercados japoneses instalados en la segunda economía del mundo se han visto obligados a cesar temporalmente sus actividades, debido a los ataques sufridos y en previsión de posibles incidentes.
Panasonic aseguró que una de sus plantas ha sido saboteada por trabajadores chinos y permanecerá cerrada hasta hoy. Canon, en tanto, también paralizará hasta esta jornada la producción en tres de sus cuatro fábricas chinas, preocupada por la seguridad de sus empleados, según informaciones de la prensa japonesa, mientras que Honda detendrá la fabricación dos días. También pararán Mazda y Nissan.