Primavera y dinamitazos

Presurosos por llegar cuanto antes a la estación del amor, adelantamos el arribo de la primavera y nos liamos a dinamitazos con el saldo trágico de un muerto y varios heridos, echándonos la culpa los unos a los otros.

Esta forma tan original que tenemos los bolivianos para festejar el advenimiento de la estación del amor y la amistad, la compartimos mi pariente espiritual y yo cuando la mañana del martes intercambiamos cachorros de dinamita en vez de rosas y claveles al grito de “¡dinamitaos los unos a los otros porque ya llega la primavera!”.

Al verme llegar a mi casa con unos cachorros de dinamita en los brazos, a los que acariciaba cual si éstos fueran una guaguacha, le pregunté a la cholita cochabambina si no sentía miedo de tales explosivos, respondiendo la valerosa: “la dinamita no me causa miedo, pues siento mayor temor cuando habla el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora...”.

Luego de depositar los explosivos en un sofá de mi living, me preguntó dulcemente si yo seguía guardando cartuchos de dinamita bajo mi lecho conyugal, respondiéndole afirmativamente, aunque no me hallaba dispuesto a compartir mis cartuchos con ella porque me servían para proteger mis ahorros que se hallan depositados en mi colchón, también llamado “First National Colchón Bank”. Mientras nos preparábamos para llegar al centro de la ciudad para gozar con las explosiones dinamiteras y con el susto que se llevaban con éstas algunas cholitas desprevenidas y el terror de algunos viejitos que corrían despavoridos agarrándose el trasero mientras huían (como yo lo hice una semana antes), mi comadre me preguntó a cuál bando de mineros nos adheriríamos, decidiendo unirnos a los Asalariados, porque los Cooperativistas le parecieron a Macacha unos aprovechadores.

Mientras mi comadre preparaba unos sandwiches de chola para alimentarnos entre dinamitazo y dinamitazo en honor a la primavera, a la juventud, al amor y al estudiante, pregunté a mi comadre que es muy inteligente, cuál o cuáles serían los motivos para que los bolivianos sintiéramos tan poco aprecio por la vida y la integridad de nuestros paisanos, a lo que respondió la cholita mientras cortaba la pierna de chancho en finas lonchas: “yo creo, compadre, que todo este desbarajuste se debe a la prédica constante y permanente de quienes nos gobiernan inculcándonos que unos bolivianos somos enemigos de los otros, que el k’ara es enemigo de los t’taras, que los bolivianos ricos son enemigos de los pobres, que los indígenas del TIPNIS valen menos que los indios cocaleros del Chapare, que los habitantes de El Alto son pobres por culpa de los cambas cruceños, etc., etc., que son discursos permanentes que nos incitan a diario a pelear los unos contra los otros, mientras nos van inculcando que todo lo pasado fue malo y que los buenos aparecieron hace sólo seis años”. La cochabambina sabe mucho.