La constante tensión que vive la ciudad de La Paz, con bloqueos, marchas, movilizaciones y otras medidas que tienden a aplicar métodos de coacción o violencia, demuestran que no existe capacidad estatal para solucionar conflictos, según argumentó el diputado de Convergencia Nacional (CN) Andrés Ortega.
El caso de los mineros que llegaron a la Sede de Gobierno haciendo gala de las dinamitas como medio para, literalmente, hacerse escuchar, denota que este, como otros gobiernos, no pueden superar la relación Estado – sociedad corporativa tal como sucede desde la década de 1940.
“La gente tiende a generar violencia ante la ausencia de Estado. En dictaduras o en democracia, en época de bonanza o de pobreza los gobiernos no valoran la vida humana y el uso de dinamitas se ve desde 1945 y en pleno 2012 debemos ver a la ciudad de La Paz secuestrada, producto de esta ausencia de Estado”, expresó.
El uso de explosivos fue cuestionado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) por afectar la tranquilidad, la salud e incluso la integridad física de los ciudadanos.
El minero asalariado Héctor Choque, fue víctima de la explosión de un cachorro de dinamita, en circunstancia aún no esclarecidas, demostrando que la manipulación de estos objetos pasa al ámbito de los atentados mortales, además de afectar el sistema auditivo y equilibrio de los eventuales transeúntes.
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