El problema físico que impide actuar a los deportistas
Muchas veces se escucha que tal o cual deportista debe guardar reposo porque sufre defatiga muscular, aunque no se proporciona otra explicación. “Estado refractario en el cual el tejido contráctil de un músculo pierde su respuesta a la estimulación como consecuencia de la hiperactividad. Suele ser un período tras la estimulación durante el cual el músculo no responde a un segundo estímulo”, es la definición del término. En pocas palabras, el músculo no responde cuando se le exige demasiado trabajo en muy poco tiempo.
Actualmente es rechazada idea de que la fatiga muscular obedecía al derrame de ácido láctico, una sustancia que genera el organismo humano, sobre los músculos, que pierden fuerza y causan fuerte dolor en cada movimiento.
Ese concepto surgió en 1922, el médico, fisiólogo y biólogo alemán Otto Meyerhof junto con el fisiólogo y matemático británico Archibald Vivian Hill extirparon las ancas a varias ranas para someter sus músculos a impulsos eléctricos para motivar la contracción sin oxígeno. Cuando dejaron de moverse, los examinaron y descubrieron que estaban bañados por ácido láctico.
En consecuencia, los científicos dedujeron que la falta de oxígeno conducía a la producción de esta sustancia y llevaba, por lo tanto, a la fatiga muscular. Como resultado de esta teoría, ambos recibieron el premio Nobel de fisiología y medicina. Desde entonces, los deportistas evitaron efectuar ejercicios anaeróbicos para evitar este doloroso problema.
Sin embargo, en el curso de los últimos años, la teoría que durante mucho tiempo fue considerada incontrovertible ha sido rebatida. Por ejemplo, el biologo estadounidense George Brooks calificó la teoría de 1922 como uno de “los clásicos errores de la historia de la ciencia”.
Después de realizar estudios en ratas, comprobó cómo el organismo de estos animales transforma más rápidamente el ácido láctico que cualquier otra sustancia que se les administre. Ésta aumenta la masa de las mitocondrias, orgánulos presentes en el cuerpo humano que se encargan de suministrar la energía, por lo que el científico concluyó en que el ácido láctico puede ayudar a los músculos a trabajar más y durante más tiempo.
El profesional norteamericano sostiene que “los entrenadores han comprendido cosas que los científicos no han podido”.
En forma coincidente, el fisiólogo australiano David Allen asegura que “muchos componentes del metabolismo muscular (ácido láctico, glicógeno, fosfocreatinina, fosfato inorgánico, ATP, calcio, sodio o potasio) cambian durante la fatiga y, por cada uno de ellos, necesitamos saber qué proteínas se ven afectadas y cómo éstas regulan la contracción muscular”.
Este investigador afirma que la evidencia a favor de la acidosis (aumento del ácido láctico), como origen de la fatiga muscular, se basa en estudios de fibras musculares realizados a temperaturas de 15 grados Celsius o más bajas. Según se ha comprobado en otros trabajos, a una temperatura de 30 grados la acidificación sólo tiene un efecto pequeño o casi nulo sobre la musculatura de los seres vivos.
Este experto también apunta que el fosfato inorgánico (un producto del metabolismo anaeróbico) puede generar la fatiga. Por un lado, esta sustancia podría reducir la fuerza al disminuir la sensibilidad de las fibras al ion calcio, algo que se observa con frecuencia en la fatiga musculoesquelética. Por otro lado, también podría actuar directamente sobre la liberación del ion calcio o sobre su recaptación, lo que provoca espasmos sobre los músculos. Sin embargo, no hay conclusiones evidentes sobre esta sustancia y se precisan de más estudios hechos a una temperatura corporal normal.
Quizás la respuesta a parte de estas dudas se encuentre dentro del cerebro del ser humano.
Como afirma el responsable nacional de pruebas combinadas de la Real Federación Española de Atletismo, José Luis Martínez, “la fisiología depende de la mente del atleta. En una competición, las emociones son distintas de las que se dan en un laboratorio. Con un tono emocional alto, el músculo recibirá más impulso nervioso que el que se da en un entrenamiento”.
PARA ENTENDER MEJOR
Contracción. Acción que determina que un músculo se reduzca a un menor tamaño, aunque posteriormente tienda a recuperar la normalidad.
Ácido láctico. El ácido láctico es un producto intermedio del metabolismo, principalmente del ciclo de los carbohidratos y deriva principalmente de las células musculares.
Anaeróbico. Todo lo que pertenece o es relativo a la vida en un ambiente desprovisto de oxígeno.
Metabolismo. Conjunto de reacciones químicas que efectúan constantemente las células de los seres vivos con el fin de sintetizar sustancias complejas a partir de otras más simples, o degradar aquellas para obtener éstas.
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