Respaldado por el voto hispano y los errores de su contrincante, Barack Obama consolida su ventaja en todos los Estados decisivos y se convierte claramente en el favorito a la victoria en las elecciones de noviembre. El candidato republicano, Mitt Romney, se ve obligado a depositar todas sus esperanzas en los próximos debates electorales y en movimientos de última hora, como el de la publicación de su declaración de hacienda, que hizo ayer.
Romney no accedió a revelar una década de su actividad financiera, como le pedían los demócratas, pero sí anunció ingresos de cerca de 14 millones de dólares en 2011 y un pago al Estado de 1,9 millones, con lo que se confirma su condición de privilegiado en materia fiscal: sólo un 14,1% de impuestos. Poco efecto puede tener ya esta información a estas alturas. Mucho más importante será la actuación de Romney en el primer debate, el próximo día 3 en Denver (Colorado), publicó EL PAÍS.
Colorado, que era hasta ahora uno de los Estados en los que la pelea estaba más igualada, ha pasado también a ser favorable para Obama, que tiene allí un respaldo de más del 70% de los electores de origen latino. Según una encuesta de NBC-The Wall Street Journal publicada ayer, el presidente tiene ahora una ventaja de cinco puntos en Colorado, otros cinco en Wisconsin –con el agravante de que se trata del Estado del candidato republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan- y ocho en Iowa, donde Romney llegó a estar por delante en algún momento.
Esos datos se suman a otras encuestas de esta semana que situaban a Obama por delante por ocho puntos en Virginia, cinco en Florida y Ohio, y distancias similares en New Hampshire y Nevada. En todos los demás Estados del país, la carrera está ya prácticamente decidida a favor de uno u otro candidato –con más Estados decididos para el presidente-, por lo que la opción de victoria de Romney se ha reducido notablemente en los últimos días.