De acuerdo con la investigación de la Fundación para la Producción (Funda-Pro), anualmente egresan de las universidades 170 mil jóvenes a nivel nacional, de los cuales sólo la mitad llega a encontrar un empleo, pero fuera de su área profesional.
En los últimos años, según el informe, las cifras no cambiaron toda vez que el desempleo se mantuvo con una orientación ascendente; en este sentido el estudio concluye que las universidades sacan a sus profesionales sin fuentes de empleo.
La otra mitad de los egresados tratan de mantenerse en trabajos de su área profesional, en principio en condiciones de precariedad, con bajos sueldos, sin beneficios ni seguros o, en algunos casos, continúan estudiando otras ramas de especialidad u otras carreras para poder ingresar al exigente mercado laboral.
El Centro de Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), revela que la población de jóvenes en general con formación profesional o no, son los más afectados con el desempleo. Señala que la tasa de desempleo a nivel nacional se duplica con relación a la tasa de desempleo en general de este sector.
El investigador del Cedla, Bruno Rojas, señaló que “en principio el desempleo afecta a las jóvenes y sobre todo a las jóvenes profesionales con mayor nivel educativo y mayor formación o grado de instrucción, debido a la escasa oferta laboral.
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