La controversia entre China y Japón y los tratados internacionales

En este año 2012 se celebra el 40 aniversario de relaciones diplomáticas entre China y Japón, como producto de un intenso trabajo de los dirigentes de ambos países, que solucionaron las dificultades producidas por las guerras. En la actualidad las bases de las relaciones chino-japonesas están siendo sacudidas, provocando indignación en el ámbito internacional, por lo que es imperioso realizar los máximos esfuerzos para entender que el proceso histórico está enmarcado en la paz mundial y el respeto a los tratados y acuerdos internacionales.

Durante casi diez años, de 1885 a 1893, la Prefectura de Okinawa solicitó al Gobierno japonés someter la Isla Diaoyu bajo su jurisdicción y establecer marcadores fronterizos, pero el Gobierno japonés rechazó la solicitud, temiendo a la reacción del Gobierno de la Dinastía Qing. En enero de 1895, cuando el Gobierno japonés estaba casi seguro de vencer a la Dinastía Qing en la Primera Guerra Sino-Japonesa, ocupó ilegalmente la isla Diaoyu y la “incorporó” a la Prefectura de Okinawa.

En abril del mismo año, aprovechando la suscripción de un tratado, Japón obligó a la Dinastía Ping a cederle la Isla Formosa (Taiwan) junto con la isla adyacente Diaoyu, la misma que fue renombrada por el Japón como la Isla Senkaku. Después de la finalización de la guerra entre la China y el Japón ocurrida de 1894 a 1895 y de la II Guerra Mundial, los jefes de Estado de China, Estados Unidos y Reino Unido emitieron por una parte, la Declaración de Cairo, realizada en diciembre de 1943, en la cual se determinó que todos los territorios ilegalmente ocupados por Japón a lo largo de los procesos bélicos, debían ser devueltos a China. Las tres principales cláusulas de esta declaración son:

1.- Se despojaría a Japón de todas las islas en el océano Pacífico que había ocupado o incautado desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914.

2.- Serían restituidos a la República de China todos los territorios que Japón había arrebatado a los chinos, como Manchuria, Formosa y las Islas Pescadores.

3.- En su momento, Corea se haría independiente y libre.

Conforme a la Declaración de Cairo y la Proclamación de Potsdam, China recuperó los territorios ocupados por Japón, tales como Taiwan, las Islas Penghu, etc. Según el Derecho Internacional, la Isla DIAOYU, considerada como la asociada a Formosa (Taiwan) fue retornada a China. Con esta proclamación, evidentemente Japón acordó renunciar a todos los territorios que ocupó de China, incluida la isla Diaoyu.

Si existen acuerdos o tratados contrarios a los mencionados anteriormente, es necesario recordar que cualquier tratado o acuerdo de partes, en el que no participen los Estados o países involucrados para solucionar sus diferendos, no puede ser llamado “acuerdo”.

Consideremos que este paso por la historia de la isla Diaoyu muestra la vigencia soberana y matiza de manera clara al territorio chino dentro el cual se encuentra. Sin embargo algunos dirigentes de Estados o países inventan argumentos banales, por ejemplo la “compra” de las islas Diaoyu por parte del Japón. Tal acción ha motivado grandes protestas de la ciudadanía de China, dentro y fuera del país, de los conocedores de la historia y de los orígenes de las islas Diaoyu, generando inclusive declaraciones de ex dignatarios japoneses, como el ex Presidente del Parlamento japonés, Yohei Kono, que dice que “el Gobierno japonés ha ido demasiado lejos con la nacionalización de las islas Diaoyu”, criticando las acciones últimas que no están ayudando a la convivencia pacífica, tratados de paz y a la soberanía lograda con sacrificio y tolerancia.

Por ello podemos plantear el “rechazo a cualquier acto de provocación que podría generar penurias e impactos negativos en las relaciones en la zona asiática, entre China y Japón y búsqueda incansable de estabilidad y paz de la región”.

El autor es Ing. M.Sc. en Proyectos para el Desarrollo.