Cómo influye el clima en nuestro estado de ánimo

Durante todo el año cambiamos de estaciones…Quién alguna vez no ha escuchado decir… “Me siento muy triste será porque hace mucho frío o la lluvia me pone en ese estado”, justificando su actitud al clima, pero ¿será que realmente el clima puede afectarnos nuestro estado emocional?.

Lo cierto es que está científicamente comprobado que los cambios de clima y las estaciones traen consigo consecuencias para el organismo, por lo tanto, influyen de alguna manera en nuestro estado de ánimo y en nuestro comportamiento con los demás. Un día caluroso y brillante significa llenarse de alegría, energía y libertad. Queremos disfrutar de la naturaleza y del amor. Sin embargo, un día nublado y con lluvia nos remite a la melancolía, y buscamos refugiarnos en otras personas.

No nos equivocamos al decir que el buen tiempo influye en el enamoramiento: no en vano a la primavera se le llama la estación de los enamorados. La llegada del calor y el brillo solar lleva a un aumento de los estímulos visuales, así como una mayor exposición y sensualidad de los cuerpos.

Estos efectos varían de acuerdo con la susceptibilidad de cada persona, generalmente los cambios climáticos afectan más a las mujeres que a los hombres. Y los que notan estos cambios de ánimo son las personas con las que pasamos más tiempo y, sobre todo, con los que tenemos una relación más personal, como las parejas.

Los efectos climáticos en nuestro organismo son tan importantes, ya que algunas terapias se van trabajando para utilizar cambios en beneficio de las personas.

Si bien el cambio de clima influye en nuestro estado emocional, no es algo determinante. El paso de las estaciones trae consigo otros factores que intervienen en las relaciones interpersonales y dependiendo nuestra actitud ante las diferentes problemáticas cotidianas. Así que, si el otoño es gris y lluvioso, pongamos "al mal tiempo, buena cara".

Y recordemos que después de la tormenta… hay una calma y sale el sol, así debemos poner bastante de nuestra parte y continuar pese al cambio de las estaciones, lo más importante es organizar la mente para así tener claro qué es lo que uno siente y lo que molesta o preocupa. Hay que saber aprovechar el clima para programar actividades de acuerdo con el estado del tiempo. Por otro lado, nunca está demás pasar unas horas de disfrute personal, pues es en estos momentos en los que nos encontramos a nosotros mismos y logramos reflexionar y valorar lo que tenemos.