Morales retoma diálogo multilateral y apela a un libreto ideologizado

Al comienzo de su intervención en la 67 Asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el presidente boliviano Evo Morales, recordó la invasión de Chile a las costas del Pacífico y la posterior firma del Tratado de 1904. Dijo que las grandes controversias fueron resueltas por la buena voluntad de los gobernantes y en el caso del suscrito con Chile, éste no se ha cumplido hasta la fecha.

Luego recordó el tratado firmado entre EEUU y Panamá sobre el control del Canal interoceánico firmado en 1909, pero que en 1977 fue rectificado devolviéndose gradualmente la soberanía al país centroamericano; por ello, convocó a los organismos internacionales a coadyuvar en la demanda boliviana.

“Bolivia emplaza ante el gobierno de Chile a solucionar, definir su enclaustramiento por los mecanismos pacíficos de resolución de controversias y convocamos a la comunidad internacional a seguir este proceso”, sostuvo.

Sobre las Naciones Unidas, Morales reiteró sus críticas a esta instancia y a Estados Unidos, asegurando que existe desunión, una crisis capitalista y vulneración de derechos económicos para Cuba.

“Las NNUU son naciones desunidas, cómo puede ser unas naciones unidas intervencionistas, cómo cambiar el mundo si no se cambian las NNUU (…) Antes sólo los países del ALBA con claridad política ideológica, programática (se pronunciaba en contra del capitalismo) ahora otros países con timidez, ahora sin miedo se expresan en contra del capitalismo, no hay que tenerle miedo al capitalismo”, dijo.

“Aprovecho este momento, al hablar de Libia, un presidente decía que se había intervenido Libia para recuperar la democracia, falso, no se intervino para recuperar la democracia sino para intervenir el petróleo para beneficio del capitalismo”, agregó en el contexto internacional.

Sobre la hoja de coca, el primer mandatario que es presidente de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba, reiteró que esta hoja es medicinal y de consumo legal dentro del país, pese a las prohibiciones establecidas en el Convenio de Viena sobre estupefacientes firmado por los estados adheridos en 1961, pero que establecía la eliminación del masticado en un término que se cumplió el 2005.

Pidió a la comunidad internacional a la cabeza de las NNUU a apoyar el masticado tradicional o acullicu de la hoja de coca “reparando un daño histórico” contra los países andinos, pero aclaró que en Bolivia “no habrá coca cero” más allá de la reducción establecida por compromisos externos y que logró una baja de 12 por ciento, según el reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (Unodc).

En la parte de las Metas del Milenio, explicó los avances logrados por su administración que al 2015 debía reducir la pobreza al 15 por ciento, pero que tres años antes se redujo los niveles de extrema pobreza al 20 por ciento, superando lo establecido. Agregó que un millón de habitantes bolivianos habría pasado a la clase media en los últimos años.

En gestión pública, Morales dijo que 300 mil dólares por municipio fueron invertidos en el programa Mi Agua, superando las metas establecidas por las Metas del Milenio con recursos propios y otras políticas que fueron producto de la nacionalización y recuperación de empresas estratégicas.

Finalmente, invitó a la comunidad internacional a ser parte del evento que se viene planificando en el país el 21 de diciembre, donde “se cerrará el ciclo del viejo tiempo y se abrirá el del nuevo tiempo”.

“Según el calendario Maya, el 21 de diciembre es el fin del no tiempo y comienzo del nuevo tiempo; fin de la macha y comienzo de la pacha; fin del individualismo y comienzo del comunitarismo; fin del antropocentrismo y comienzo del biocentrismo; fin del odio y comienzo del amor; fin de la mentira y comienzo de la verdad; fin de la división y será el comienzo de la unidad, en fin muchas cosas”, expresó.