Grecia quedó paralizada durante la huelga general convocada por las principales confederaciones sindicales contra los nuevos recortes.
El seguimiento fue masivo según la confederación GSEE, la principal unión de trabajadores del sector privado, ya que pararon el 100% de empleados de astilleros, transporte marítimo y refinerías; el 90% de los portuarios y de la construcción, el 85% de la industria metalúrgica y el 80% de trabajadores de hostelería, comercio, bancos y empresas públicas.
“Los planes de rescate han incrementado el número de desempleados hasta el 25%, eso según cifras oficiales, porque en realidad la tasa es del 32%. En esta situación crítica para su futuro, en vez de hombres políticos, Grecia tiene enanos políticos”, denunció el secretario general de la Confederación, Nikos Kiutsukis.