Al menos 343 personas fueron asesinadas este miércoles, en lo que supone la jornada más sangrienta desde el inicio del conflicto en el país árabe, según han denunciado los Comités de Coordinación Locales (CCL).
Del total, el mayor número de víctimas mortales se ha registrado en Damasco y en sus suburbios, con 162 fallecidos. La matanza más numerosa se ha producido en el distrito capitalino de Thiabieh con 107 muertos.
“Las cifras son horribles”, ha dicho el portavoz de los CCL Rafif Jouejati a la cadena estadounidense CNN. “El régimen sirio realiza una escalada de violencia en cada oportunidad que tiene. Está decidido a acabar con la revolución como sea”, ha advertido.
Además, ha denunciado que la actuación de las fuerzas y de las milicias gubernamentales no se plasma sólo en el balance de fallecidos, sino que “el mundo debe saber que están aumentando la violencia sexual y las torturas contra niños”.