La evolución de la sociedad boliviana tiene características originales que hacen que esté en permanente cambio hacia nuevos objetivos históricos que permiten pronosticar días de esperanza. Ese intenso proceso de cambio no es de actualidad, sino proviene desde mediados del siglo pasado, fenómeno que es útil evaluar en sus aspectos principales.
En primer lugar, hacia 1950 tuvo gran influencia un movimiento obrero y campesino que consiguió sus objetivos en gran medida. Pero ese proceso se debilitó y finalmente agotó su existencia por inanición, para dar paso a una nueva forma de movimiento social. La nueva manifestación de lucha de la sociedad se expresó, entonces, con acciones cívicas urbanas que, en su momento, alcanzaron gran influencia e inclusive algunas fueron violentas y, en alguna oportunidad, armadas.
Empero estas manifestaciones cívicas también agotaron sus agendas de lucha y empezaron no sólo a debilitarse sino también a desaparecer, como ocurrió finalmente, pues al presente tienen mínima presencia en la vida nacional. Como se recordará, estas manifestaciones cívico-sociales llegaron a paralizar importantes centros urbanos, como anteriormente lo hacían los sindicatos laborales.
Cerrado el ciclo de lucha de los sindicatos y de las organizaciones cívicas, al presente la sociedad boliviana protagoniza otra etapa, utilizando nuevas formas de organización y, a la vez, en pos de nuevos objetivos y, de esa manera, las necesidades históricas se van abriendo paso por medio de casualidades y con procedimientos originales, aunque algunas veces con alto costo.
La nueva expresión social se revela en el presente en novedosos organismos, en especial las llamadas cooperativas, cuya existencia se ha difundido en todo el país, que muestran gran iniciativa y energía, tienen objetivos propios y adoptan medidas de presión radicales, ya no de carácter local sino nacional, que pueden hacer cambiar el destino del país. Han sustituido a los viejos sindicatos (como la COB) y a los organismos cívicos que si bien todavía funcionan, ya no son protagonistas de primera fila, como en tiempos pretéritos.
Se calcula que las “cooperativas” reúnen alrededor de dos millones de personas, que agrupan en su entorno a cientos de “sindicatos” de pequeños propietarios de tierras, campesinos, gremiales, artesanos, “federaciones”, cocaleros, choferes, gremios y otros que, como se ha observado, nada tienen de sindicatos de obreros asalariados sino, por el contrario, son entes patronales medianos y pequeños.
La presencia del categórico movimiento “cooperativo” (más propiamente corporativo) se ha manifestado en los hechos contundentes ocurridos en últimos días, cuando los afiliados a ese movimiento paralizaron casi todo el país (no sólo regiones), bloqueando los veinte centros estratégicos de comunicación del país y, por tanto, demostrando que su poder en la vida nacional ha alcanzado extraordinario nivel.
Por esos aspectos se puede considerar que la realidad nacional ha cambiado sustancialmente en busca de nuevos objetivos históricos, con procedimientos de lucha originales, realidad independiente de la voluntad de las personas que forman los partidos políticos, sean oficialistas o de oposición.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |