Contaminación, deforestación y loteamientos afectan imagen urbana de Cochabamba

Cochabamba, (EL DIARIO).- La contaminación ambiental, la deforestación de varias reservas naturales como el Parque Nacional Tunari y los constantes loteamientos son tres de los principales problemas que durante los últimos años afectan a la ciudad de Cochabamba, según reconocen las mismas autoridades.

El constante crecimiento de la mancha urbana, acompañada del desarrollo tecnológico y la irresponsabilidad de personas “inescrupulosas” que ocasionan quemas y chaqueos de áreas verdes con fines de lotear terrenos protegidos cuya propiedad corresponde al municipio, son tres los principales factores que a lo largo de varios años, aún tienen una solución integral.

Estudios recientes de la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire (Red MóniCA), confirman que el departamento de Cochabamba, presenta “el nivel de contaminación más elevado del país”.

La presencia de gases tóxicos, ocasiona serios problemas al medio ambiente y salud de la población, situación que no ha cambiando en los últimos años, manteniendo a este departamento, en el primer lugar más contaminado de todo Bolivia.

“El eje central de Bolivia sufre niveles de contaminación bastante elevados, Cochabamba, La Paz, Santa Cruz; tienen niveles que rebasan las normas ambientales vigentes, producto del desarrollo urbano de estas ciudades y sobre todo del parque automotor, los datos, lamentablemente, ponen a nuestra ciudad en el primer lugar de contaminación”, confirmó, el director de Medio Ambiente, Germán Parrilla.

Explicó que las investigaciones y la medición del aire confirman que en la atmósfera existe la presencia de gases altamente tóxicos como: dióxido de azufre, dióxido de carbono, metano y otros que afectan a la naturaleza y la población que sufre de problemas respiratorios.

A este problema ambiental, se suma también la destrucción de áreas verdes, los chaqueos, la tala indiscriminada de árboles en reservas naturales como el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), o el Parque Nacional Tunari, aquejado por los incendios que con el transcurrir del tiempo, continúan consumiendo las pocas plantas y especies forestales, que contribuyen a la purificación del aire, en una ciudad cada vez más modernizada.

“Por un lado, tenemos chaqueos, tala de árboles, plantas que requieren años para crecer, son consumidas en un incendio en el Tunari. Estamos acabando con nuestras reservas y dañando a nuestra propia naturaleza, precisamente de estos fenómenos, se produce una variación en el clima, hay cambios bruscos de temperatura, calentamiento global; de nada sirve colocar una planta que requiere de 50 años para dar sombra, si en día atentamos con miles de especies irresponsablemente”, sostuvo, Parrilla.