Al menos cuatro bloques se perfilan a conformar el mapa político emergente

Septiembre finaliza “rayando la cancha” para el panorama político que se vivirá en el país no sólo en los siguientes meses sino con miras a las elecciones generales de diciembre de 2014. Unidad opositora, un partido “isla” y un contradictorio último esfuerzo de la derecha son las alternativas emergentes ante un oficialismo fuerte, asentado, pero que desgasta su imagen con los frecuentes conflictos sociales y la inestabilidad social.

El analista político Roger Cortés decía a EL DIARIO que hablar del panorama político electoral faltando dos años para el verificativo democrático parece algo sin sentido, porque no se puede hablar de proyecciones dentro de una sociedad boliviana que es cambiante e inestable en sus decisiones sobre la relación del poder establecido y las necesidades dentro de la administración del Estado.

Empero, el panorama político interno siempre resulta atrayente y se agrupa a las expresiones democráticas que vivirán Venezuela y Estados Unidos en los siguientes dos meses.

En octubre, los caribeños deberán definir si quieren un mandato más de Hugo Chávez y el denominado socialismo del siglo XXI o prefieren asumir el discurso de la recuperación democrática de Enrique Capriles. Para noviembre los norteamericanos irán a las urnas para expresar su apoyo a una segunda gestión del demócrata Barack Obama o retornarán al régimen republicano de Mitt Rommey. En ambos casos, los resultados serán gravitantes para la relación del Estado boliviano con ambos, sea por afinidad o estrategia.

La dispersión de la oposición fue superada en Venezuela y así lo entienden los políticos bolivianos que han optado por consagrar una unidad de coyuntura, pero con proyección nacional.

Unidad Nacional (UN), el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), la agrupación Primero el Beni y el partido Verdad y Democracia Social (Verdes) conforman un primer bloque que espera ganar la Gobernación de Beni y pensar luego en un triunfo frente al partido en función de gobierno.

Septiembre también marcó una inédita alianza, impensada en su momento, pero que demuestra el dicho que “en política y en el amor todo vale”.

Román Loayza, fundador del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS – IPSP) apareció junto a Marcelo Antezana y Mauricio Muñoz de la opositora Convergencia Nacional (CN) para anunciar que Fuerza Republicana Federal (FRF) apunta a llegar lejos. Este frente de derecha es liderado por Manfred Reyes Villa, quien desde EEUU piensa en una Bolivia que supere las autonomías y apunte al federalismo. Sin embargo, el primer roce se dio ese mismo día, cuando el otrora colonizador y amigo de Evo Morales, Román Loayza dijera que él será parte de la cúpula de FRF e incluso que se debía cambiar el nombre porque la ideología que se manejará a futuro será el comunitarismo federal.

En la otra esquina se encuentra el Movimiento Sin Miedo (MSM) que no ha podido desprenderse aún de su imagen de “aliado del oficialismo” y esto le resta puntos, especialmente en la clase media que respaldó a este frente sin saber que beneficiaba directamente a las nuevas burguesías emergentes.

Los “sin miedo” tratan de avanzar en el occidente y luego proyectarse al oriente. Para ello han propuesto generar debate para la formulación de las “Tesis ideológicas” que ya fueron despreciadas por el vicepresidente Alvaro García Linera, quien considera que no existe otro proyecto ideológico frente al llamado “proceso de cambio”.

El oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) en tanto, busca renovar liderazgos, apunta a ganarse a los jóvenes con núcleos de notoria tendencia izquierdista basada en mitos muy oportunos como el “Che” Guevara e incluso podría renovar rostros ante el evidente desgaste ocasionado por la conflictividad social.

Los productores de hoja de coca, los movimientos sociales del altiplano y grupos productivos como los cooperativistas y los son una base social sobre la cual el régimen del mandatario Evo Morales se afirma y siente seguridad. “Nosotros somos los defensores de nuestro presidente y del proceso de cambio”, manifestaron las organizaciones sociales agrupadas en la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), la Confederación de Mujeres Campesinas de Bolivia – Bartolina Sisa y la Confederación de Pueblos Interculturales o colonizadores que forman el dividido Pacto de Unidad.

DATOS

Más allá de los candidatos, son las propuestas las que hacen a la política:

- El MAS espera consolidar un tercer mandato para aplicar la CPE y emprender industrialización de los recursos naturales.

- Unidad Nacional cuenta con el documento “Visión de País, consenso para el Bicentenario” como base programática.

- El MSM forma sus Tesis Ideológicas de donde saldría un decálogo y plan de tareas urgentes para el país.

- FRF apuesta al federalismo como alternativa a lo plurinacional. Empero, primero deberán reformular la Carta Magna.

Informe: Iván Rodríguez Rada.