Miles de portugueses que soportan angustias económicas por las medidas de austeridad salieron este sábado a las calles para protestar, mientras que manifestantes españoles indignados por medidas similares se preparaban para marchar al Parlamento por tercera vez esta semana con el propósito de expresar su ira.
España enfrenta aumentos de impuestos, recortes al gasto público y la tasa de desempleo más elevada entre las 17 naciones que comparten el euro.
En Lisboa, el banquero retirado Antonio Trinidade dijo que los recortes presupuestarios a los que se comprometió Portugal a cambio de un rescate financiero de 78,000 millones de euros (101,000 millones de dólares) tienen a la economía del país en la peor situación que ha visto en su vida. Su pensión se ha reducido, y dijo que innumerables jóvenes portugueses optan cada vez más por irse al extranjero porque no pueden ganarse la vida en su país.