Las estrellas de mar

Generalmente las estrellas de mar tienden a invadir los criaderos de ostras, mejillones y almejas, donde se constituyen en una verdadera plaga. En épocas pasadas, cuando esto ocurría, los sacaban del agua y los partían en pedazos, luego eran lanzadas de nuevo al mar, creyendo que estaban muertas y que no volverían a causar más perjuicios.

Sin embargo, estos extraños animales tienen un extraordinario poder de regeneración. Resulta que con el tiempo, los pedazos regeneraban las partes faltantes y surgían más animales a partir de uno. Así, las ostras y mejillones se veían atacadas otra vez por miles de estos seres que se caracterizan por su voracidad.

Las estrellas de mar pertenecen al grupo de los equinodernos, son animales cuyo cuerpo está formado por un disco central de donde parten cinco brazos.

Estos extraños seres viven en los fondos marinos, ocultas tras unas formas únicas en la naturaleza y muestran un aspecto inofensivo y pacífico, sin embargo, son muy voraces y decididos que existen. Una estrella de mar para atrapar a una ostra se acerca muy lentamente y, cuando la tiene a su alcance, salta sobre ella la atrapa con sus brazos, con la ayuda de sus ventosas intenta abrir la valva, luego de un esfuerzo logra un pequeño resquicio, entonces la estrella de mar expulsa por la boca su estómago y envuelve con él a su víctima. De inmediato, las paredes del aparato digestivo segregan gran cantidad de jugos gástricos que inmoviliza al molusco primero y luego disuelven rápidamente las partes blandas del cuerpo las que son absorbidas por el atacante.

La boca de la estrella de mar se abre en la parte inferior del cuerpo, está comunicado con el estómago por medio de un corto y ancho esófago. En el extremo de los brazos, se hallan situados los órganos vitales: olfato y tacto, las manchas rojas o oscuras constituyen sus órganos visuales. El esqueleto de la estrella de mar está formado por unas placas calizas de escasa rigidez que proporcionan a sus brazos bastante flexibilidad. Se desplaza reptando por el fondo marino con la ayuda de sus brazos.

La mayoría de las estrellas de mar tienen cinco brazos, aunque hay especies que tienen más. Viven en casi todos los mares del mundo.

Las estrellas de mar se constituyen en una verdadera plaga cuando invaden los criaderos de ostras, almejas y mejillones, causando enormes pérdidas.