Oruro, (EL DIARIO).- Una persona fue detenida por el Ministerio Público y la Policía, el pasado sábado 29 de septiembre, a solicitud del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro, para sentar un precedente contra quienes se dedican a vender y revender los terrenos que han sido adquiridos para los periodistas de esta ciudad, en la zona de Vinto.
Mario Baltazar Mamani fue sindicado de haber propinado un puntapié a la cabeza del secretario ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro, Humberto Apaza Orozco, cuando realizaba una asamblea general en los terrenos ubicados en Vinto. El ataque fue sorpresivo, cuando el dirigente se encontraba sentado.
El avasallador estaba armado con el palo de una picota, se acercó a la asamblea y en forma alevosa efectuó el golpe, dejándolo desmayado, a las 12:30 horas del sábado, provocando una inmediata reacción de los 30 adjudicatarios que en ese momento se encontraban en la reunión. Sin embargo, los periodistas mantuvieron la calma y se dedicaron a grabar el hecho, para presentarlo como prueba del ataque.
El mismo personaje arrojó un ladrillo al periodista Jorge Limachi Mogro, dejándole heridas en el brazo derecho.
Mario Baltazar Mamani y su madre Juana Mamani Mollo se consideran dueños de dos hectáreas de terreno, donde se encuentra la urbanización de La Prensa, pero con documentos falsos y sin planos aprobados, pretende apoderarse de tres hectáreas más.
El Juez cautelar Sergio Vásquez dispuso ayer durante la audiencia la aplicación de medidas cautelares contra Mario Baltazar Mamani, obligándole a presentar dos garantes fiables y abonables que vivan en Oruro, un certificado de su domicilio, un certificado de trabajo permanente en esta ciudad, está prohibido de acercarse a la urbanización de La Prensa, se ha dispuesto su arraigo para que no huya del país y está prohibido comunicarse con las víctimas.
El avasallamiento de los terrenos de la urbanización de la Prensa de Oruro se inició el 2006 y desde entonces, Juana Mamani Mollo y sus hijos, no han demostrado su derecho propietario. En cambio, la Sucesión Urquidi, de donde el Sindicato de la Prensa compró los terrenos, en diversas reuniones explicó que en esos terrenos nunca han existido parcelas para su venta. La señora utilizó la fuerza y la violencia, vendiendo los terrenos a terceros y organizando grupos de choque para apoderarse de esos predios.
Otro grupo de avasalladores, que se formó como junta vecinal Virgen del Carmen 2, con ayuda de la Policía de Oruro, desde el 9 de noviembre, persiste en su objetivo de construir casas, prohibiéndoles ilegalmente a los periodistas a ocupar su terreno. La alcaldesa, Rossio Pimentel, se negó sistemáticamente a evitar el avasallamiento de los terrenos de sus colegas periodistas.
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