La Defensoría del Pueblo realizó una verificación al centro geriátrico clandestino, en Cochabamba, donde Erlin Lara Orellana, de 73 años, habría sido víctima de violencia, provocándole la muerte, según la denuncia penal presentada por la familia del adulto mayor ante la Fiscalía de Distrito de ese departamento, según el reporte de un comunicado oficial de la instancia defensorial.
Esta acción, fue realizada por la Representación Departamental de Cochabamba, que también lleva adelante un seguimiento al proceso investigativo que comenzó el Ministerio Público contra los supuestos responsables por el delito de lesiones graves seguidas de muerte.
El defensor del Pueblo, Rolando Villena, lamentó el fallecimiento del adulto mayor y condenó que estos hechos ocurran en lugares en donde se confía el cuidado de personas que por su condición de adultos mayores requieren un trato especial y sobre todo digno, humanitario y cálido.
Indicó que tras la verificación defensorial realizada se emitió un recordatorio de deberes respecto al trato que se debe brindar a los adultos mayores y afirmó que la institución hará un seguimiento riguroso a este caso, para que los responsables sean sancionados como corresponde.
El anciano murió el pasado 21 de septiembre después de haber sido rescatado del asilo, junto a otras cuatro personas de tercera edad. La denuncia del hecho fue presentada ante el Ministerio Público, informó Hernán Rico, director del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges).
“Se denunció a la Fiscalía por lesiones leves, graves y gravísimas, seguida de muerte, además se pidió a las autoridades para que esa persona no pueda escapar del departamento o del país, se ha solicitado su arraigo, para que lo tengamos a esta señora aquí y procesarla como corresponde”, dijo Rico.
Tras este hecho, Rico también gestiona ante la Asamblea Legislativa Departamental una norma para endurecer el control de asilos de ancianos y centros infantiles en Cochabamba.
ÚLIMAS PALABRAS
“En vez de llevarme a una casa de retiro, me llevaron a una casa de torturas”, son algunas de las últimas palabras que el anciano dice en su testimonio que dura como unos seis minutos y fue grabado por su sobrina en el hospital.
Cuando la sobrina le pregunta quién le había hechos los moretes, la persona de tercera edad asegura que fue “la mujer, ella me hizo a puñetes. Ella me ha sonado con palo, con garrote. Se ha conseguido un palo de escoba y me dio un golpe en la nuca. No es normal, parece que fuera hombre siempre”.
La autora del hecho fue identificada como Sonia, “Me dieron harta comida que no quería comer yo, quería que termine todito, yo decía es muy harto, yo no como tanto (entonces) me dijo ‘desgraciado, ingeniero de mierda vas a tomar ahora (el alimento) que te han mandado, aquí no tenemos ni perro ni nada, todo tienes que comer y lo que se te dé’”, relató la víctima antes de morir.
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