El exviceministro y exdiputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) Gustavo Torrico, dijo que lo sucedido ayer con la votación en la plenaria de la Asamblea Legislativa demuestra que existen divisiones y falta de norte político. Sugirió un operador que coordine las acciones de los oficialistas, porque al rechazar la suspensión de la diputada Adriana Gil implícitamente se da la razón a sus palabras que calificaron de “mentiroso y desleal” al primer mandatario.
Según el líder de los denominados “Satucos”, brazo operativo de reacción del MAS, no basta tener el número de legisladores que hacen a los dos tercios en la Asamblea sino que es imprescindible que alguien ejerza control sobre el debate que se debe dar al interior de la bancada y no caer en fracasos como el sucedido ayer en la madrugada, cuando el oficialismo no logró sus pretendidos dos tercios que habrían determinado la suspensión de la diputada de Convergencia Nacional.
En su criterio, “los chicos del MAS” carecen de rumbo y con el rechazo al informe de la Comisión de Ética sólo le dan la razón a Gil y por ende dan por cierto que Evo Morales fue “desleal y mentiroso” con los marchistas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), tal como declaró y que fue el motivo para la causa interpuesta por el Viceministerio de Descolonización.
Por su parte, la senadores del MAS, Sandra Soriano, dijo a Oxígeno que el caso no quedó archivado, porque volverá a la comisión respectiva para ser analizada sin descartar que se formulen nuevos cargos para buscar una sanción mayor.
“Lo que se quiere es reconsiderar no sólo para una sanción de tres meses, sino una sanción más dura. Esta situación no sólo depende del demandante, sino de los mismos asambleístas que puedan aportar mayores elementos a la comisión para sancionar estos hechos de discriminación”, declaró.
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