La verdad aunque duela: Basta de torturas

Con el fin de seguir derrochando dinero del pueblo, el Ministerio de Comunicación el pasado fin de semana publicó el discurso del Presidente en el 67 Período de Sesiones de la ONU. Nada nuevo ni bueno encontré en su contenido, por lo que me referiré a lo siguiente:

Enclaustramiento marítimo.- El problema no tiene solución desde hace más de un siglo, no hay pronunciamiento continental al respecto. Siendo de tratamiento bilateral, si no saben dialogar en casa, qué podemos esperar en el exterior. ¿Qué tiene que ver el Tratado de 1904 con el daño que nos hicieron las potencias internacionales? (según el discurso). Este asunto es sólo de la Cancillería.

Organización de Naciones “Desunidas”.- ¿Con un juego de palabras van asustar a las potencias mundiales? Cuando hay dinero no hay miedo, lo sabemos todos.

Bloqueo a Cuba.- ¿Por qué no más bien resuelven los bloqueos en el país? Para olvidarse de bloqueos y conflictos debe ser más conveniente jugar fútbol donde sea y con quien sea.

Justicia y derechos humanos.- Y dale contra el capitalismo. Pero Bolivia está en el tercer puesto de los países que no respetan los derechos humanos, porque la justicia la maneja el tercer hombre del Gobierno y todos quedan callados...

Defensa de la coca.- ¿No entienden que el problema no es la coca sino la cocaína? Parece que la rabia es porque sólo han logrado el segundo puesto en la producción del preciado elemento. La mala reputación adquirida en los últimos 6 años nada tiene que ver con la “dignidad” del pueblo boliviano.

Programas sociales.- La obligación de todos los gobernantes es atender las necesidades del pueblo, y no es necesario gastar dinero para divulgar lo que se hace en ese sentido a medio mundo.

Nacionalizar por “mandato” del pueblo.- La nacionalización o la privatización son decisiones adoptadas por los gobernantes según políticas económicas de Estado. Involucrar en esa responsabilidad al pueblo es querer ocultar la ineficiencia.

Invitación a nuevo ciclo.- Los masistas acomodados en el Gobierno asisten con agrado a los “aptapis” con agenda cerrada, mientras acuden disgustados empleados públicos y muchos indígenas, campesinos y organizaciones sociales, ya que son obligados o “persuadidos” a asistir. A los socialistas y capitalistas del mundo dudo que les interese este tipo de invitación, mucho menos para contemplar cómo “la noche se convertirá en día”.

Realmente continúan ridiculizando y humillando a nuestro pueblo. ¡Basta de martirizarnos!