Cementerios se deterioran por falta de mantenimiento

Al comenzar a caminar entre los nichos se puede sentir una paz que tal vez sea transmitida por el descanso de los difuntos, a pesar de ello, el paisaje no invita a quedarse mucho tiempo, pues la tierra y el mal estado de los sepulcros vuelven el entorno melancólico y desolado, aunque esté completamente lleno de sepulturas.

Una gran parte de las tumbas son tétricas ya que en la mayoría existe una rajadura atravesada en medio del sepulcro, en algunos casos, se puede ver un par de huesos saliendo de los despojos que quedaron de la ropa con la que se enterró en fallecido.

Pero más tristeza aún, causa las sepulturas blancas, donde yacen los restos de miles de niños que dejaron de existir sin haber conocido el mundo terrenal; de los pequeños cajones blancos, varios están partidos o sin tapas se observa que dentro de ellos quedaron algunos juguetes e incluso una que otra mamadera con animalitos, que sobrevivieron al tiempo.

A lo lejos, se acerca una persona a la que le cuesta llegar a su destino, pues debe caminar por medio de los sepulcros buscando espacios para no pisar las tumbas, a veces es inevitable hacerlo, además tiene que tener cuidado con no derramar el agua que trae desde lejos, misma que utilizará para las flores que dejará en la tumba de un familiar, sin embargo, se ve sola, no hay nadie cerca por ese sector, mejor para ella porque nadie la verá llorar por la tristeza que produce la partida de su ser querido.

Es evidente que los familiares de estas tumbas pocas veces van a visitar a sus “almitas”, el mal estado de los cajones muestra que, a gran parte de nuestra sociedad, la familia nos recuerda sólo mientras el corazón late.

Por otro lado, el Municipio, elabora pocas políticas para mejorar las condiciones de estos camposantos.

Los tres cementerios municipales de El Alto, Héroes del Gas Norte, ubicado en la comunidad El Ingenio, Héroes del Gas Sur, en Santiago I y el Cementerio General de El Alto, en la zona Mercedario en el Distrito 3, tienen las mismas características, a excepción de algunos detalles. Ninguno posee una capilla para realizar misas de cuerpo presente y tampoco tienen mingitorios adecuados para los visitantes.

En el Cementerio General de El Alto las tumbas están por donde quiera, no existe un patrón ni una planificación que determine el lugar de los nichos, no posee una muralla que delimite la propiedad, no tiene baños ni pilas en varios sectores y los familiares se ven obligados a llenar agua para las flores en botellas de un riachuelo de agua semiturbia que pasa por el lugar.

En una visita al lugar, EL DIARIO presenció que los familiares de una persona fallecida quisieron realizar los trámites de entierro, sin embargo, una vendedora de flores les informó que la atención se realiza sólo por la tarde.

“Realmente es molesta esta situación, venimos desde muy lejos y ahora resulta que debemos volver, además caminamos durante 40 minutos porque los minibuses no llegan hasta aquí, se debería atender todo el día, tienen que entender que como dolientes nuestra mente está en otro lado tenemos mil cosas que hacer y todavía nos hacen perder más tiempo”, lamentó Teresa Chacón, ciudadana de El Alto.

Del mimo modo, el camposanto Héroes del Gas Norte tiene varias deficiencias, aunque éste sí cuneta con una malla de delimita el terreno, se tiene algunas pilas para recibir agua, pero hace más de siete años que ya no recibe difuntos, pero las tumbas existentes están en pésimas condiciones con excepción de muy pocas que son cuidadas por sus familiares.

También, posee unas baterías destinadas para mingitorios en mal estado de las mismas imposibilita su uso por los visitantes.

“Sólo pasar por el sector hace producir nauseas, no se puede entrar a los baños están muy sucios, es una verdadera asquerosidad, además, son precarios construidos de madera vieja, tendrían que habilitar un mingitorio sobre todo en las fechas donde viene más gente”, comentó Emeterio Lima, vecino del lugar.

Similar panorama se observa en el Héroes del Gas Sur, agregado a todas esas carencias, su ubicación colinda con el Botadero Municipal que, además de dar una mala impresión, el fétido olor logra apresurar la visita de los familiares.

“No se puede soportar el ambiente, tenemos que salir rápido, más aún cuando remueven la basura el olor se hace insoportable, no da ganas de visitar a nuestros difuntos y obviamente esto causa que las tumbas se deterioren más rápido”, opinó Celestina Terán, ciudadana alteña.

También, El Alto cuenta con varios recintos clandestinos, ellos presentan más carencias sumadas a la ilegalidad de los entierros.

Estos camposantos son administrados por las organizaciones campesinas y son cinco: Wiñay Jacaña, ubicado sobre la carretera a Oruro; San Felipe de Seke, en la zona del mismo nombre; Jichu Sirca; Tacachira y San Roque en los predios de las zonas con la misma denominación.