Derramando lágrimas

Alex de Souza, el centrocampista brasileño que durante cinco años fue capitán del Fenerbahçe turco, formalizó ayer su despedida del club, reconociendo que cometió errores y que se marcha apenado.

“No he llorado tanto en toda mi infancia como esta última semana”, aseguró el futbolista en una extensa rueda de prensa, transmitida en directo por numerosos canales turcos, pero no por la emisora del Fenerbahçe.

Alex, que desde el 2004 está en las filas del equipo, rompió su contrato la semana pasada después de que el entrenador, Aykut Kocaman, le comunicara que quedaba apartado de la plantilla.

“Mi mayor error ha sido hacer daño al club al hacer un mal uso de ‘twitter’”, admitió el futbolista, en relación a sus frecuentes comentarios críticos en esa red social sobre el hecho de que no se le permitía jugar.

“Hubiera sido mejor si no enviaba algunos mensajes; lo que dije en éstos no era equivocado, pero era mejor que me calle”, reflexionó.

Señaló además que tenía diferencias con la dirección porque, como capitán, insistía en un reparto igualitario de las primas que se pagan a los jugadores.