FFAA coordinarán aplicación de proyectos sobre aguas del Silala

El Gobierno central confirmó que el anunciado primer proyecto para la utilización de las aguas del manantial boliviano Silala, será coordinado con la Gobernación departamental de Potosí y las Fuerzas Armadas.

El primero de los cuatro proyectos programados para recuperar el control de los recursos hídricos que nacen en bofedales de la región de Quetena, en el sudeste de Potosí, será el criadero de peces para el fomento de la piscicultura. Esta acción será encaminada a fines del presente mes y en tal propósito colaborarán las Fuerzas Armadas, gracias al convenio que se firmó el 1 de abril pasado entre las instancias central, departamental y el Comando en Jefe del Ejército.

Según, palabras del mandatario Evo Morales, este proyecto fue abordado en la reunión protocolar de los lunes con el Alto Mando Militar, agregando que las vertientes se encuentran en territorio nacional, por tanto no existe ninguna afrenta a Chile, que ya comenzó a solicitar informes sobre el impacto ambiental que tendría, por ejemplo, el criadero de peces para la región norteña del vecino país.

“Yo saludo la iniciativa del Gobernador de hacer piscinas (criaderos) y esta mañana (ayer) ya en una reunión con el Mando Militar tienen un propuesta económica para implementar las piscinas que no son ninguna agresión ni provocación a Chile, no es ninguna ofensa a Chile, si las vertientes del agua surgen en territorio boliviano nosotros soberanamente debemos decidir sobre esas agua para darle un buen uso”, declaró en conferencia de prensa.

En comunicación con EL DIARIO, el senador por Potosí, Eduardo Maldonado, destacó que después de seis meses de firmado el convenio interinstitucional, se haya anunciado la participación de las FFAA para consolidar este proyecto en beneficio del departamento y como una muestra de soberanía en la región.

Maldonado, explicó que los proyectos fueron planteados a la Unidad de Planificación de la Gobernación de Potosí para realizar un plan de aprovechamiento integral de los recursos nacionales. Remarcó que la decisión de utilizar este recurso no renovable se enmarca en la jurisdicción nacional, sin que medie ninguna otra valoración de carácter vinculante bilateral con el vecino país.

“Son manantiales que nacen en el sudeste potosino y no corresponde hablar de un río de curso sucesivo como ha pretendido hacer creer Chile, bajo ese criterio de soberanía no tenemos porqué consultar a nadie sobre el uso de las aguas y Chile debería reconocer que existe una deuda histórica, asumiendo un proceso de diálogo sin exclusión de ningún tema que afecte a nuestros pueblos”, dijo.

Después de instalar los criaderos de peces se prevé continuar con la implementación de mecanismos de riego y ecoalbergues en la región, situación que permitirá revivir al árido sector potosino y generaría un importante flujo de personas. La instalación de una planta embotelladora de agua dulce, cual es la característica de este líquido, continúa con el plan integral. Finalmente, la construcción de una represa o generadora de electricidad es el siguiente paso más ambicioso dentro del trabajo planificado para los siguientes años.

Chile se beneficia de las aguas del manantial Silala desde 1908 cuando la entonces Prefectura de Potosí dio una concesión a la ferroviaria chilena que luego aprovechó el recurso con fines de lucro. Desde las últimas décadas del pasado siglo, Chile fue forzando el cauce del líquido hacia su región mediante la construcción de canales, tal cual verificó EL DIARIO junto a delegaciones legislativas en los años 90.

Con la Agenda de 13 puntos firmada entre los gobiernos de Evo Morales y Michelle Bachelet se pretendió un pago inicial, reconociendo la existencia del 50% de la centenaria deuda, empero los comunarios y el Comité Cívico de Potosí se opusieron a ese acuerdo porque Bolivia renunciaba implícitamente a la mitad de la propiedad y deuda acumulada.

Ayer, el mandatario volvió a criticar a los cívicos potosinos por aquella soberana decisión y por haber afectado su acuerdo con Bachelet, arguyendo que se “dañó económicamente” a las comunidades que limitan la región.