Para nadie -y menos para la estructura de partidos políticos que piensan en la resurrección- es desconocido que el partido del Presidente, el MAS, se siente más seguro en cuanto no hay una oposición partidista organizada, homogénea y que implique ser alternativa para el futuro.
Hay una situación cierta: pese a las reservas monetarias de las que hace gala el Gobierno, el país está más pobre que antes porque no hay inversiones y las fuentes de producción existentes hasta hace una década se encuentran casi paralizadas o con trabajo a medio tiempo porque los empresarios se sienten inseguros mientras no hayan las garantías debidas para el capital privado.
La producción de petróleo es, en líneas generales, la misma que antes de la estatización o, mejor, cambio de contratos del 1 de mayo de 2006; se anunció, en diversas oportunidades, nuevas evaluaciones sobre las reservas de gas y de tanto en tanto se ofrece cifras que nada o poco tienen que ver con la realidad porque, así parece, todo está en base a supuestos.
Vivimos con una economía en la que las importaciones de alimentos se han hecho casi norma, cuando teníamos por lo menos algunos artículos en cantidades no sólo suficientes para el consumo de la población sino como excedentes. Hoy importamos lo que producíamos y no hay posibilidad de revertir esa situación. Y la población, con justa razón, pregunta: ¿hasta cuándo viviremos confrontados con nuestra realidad y no abandonamos políticas negativas en contra de la producción, el trabajo, el logro de mejorar exportaciones y evitar, de todas maneras, la importación de lo que podemos proveernos? ¿Cuándo abriremos los ojos a verdades que lastiman y que están a la puerta del Gobierno y de la misma población en sentido de abandonar políticas socializantes de izquierda extrema que nada bueno traerían al país?
Se dice en niveles oficiales que el país jamás tuvo los excedentes que hoy tiene. De acuerdo, pero el que hayamos sobrepasado los 12 mil millones de reservas no es porque se deba a mayores exportaciones o a que producimos más; se debe exclusivamente a los precios internacionales del petróleo, del gas, de los minerales y algunas materias primas que exportamos. Estamos, en verdad, a años luz de situaciones bonancibles, y repitiendo: si el mercado internacional no pagase por lo que hoy tiene precios altos, en relación con lo que ocurría hasta hace una década, con las políticas socialistas de extrema estaríamos más empobrecidos de lo que estamos.
Pero en lo político el MAS se encuentra fortalecido porque no hay entidad política que le haga frente y discuta sobre la situación general del país; está seguro, además, por la debilidad de los pocos partidos que aún quedan en el país y ve las futuras elecciones como batallas ganadas, porque es la oposición la que con su división, su falta armónica de unidad y ambiciones que asoman por todo lado, la que asegura un nuevo triunfo masista. Así, el balance es que el país está más pobre y, políticamente, el partido del Presidente se siente más seguro, pero dividido en varias fracciones (aunque no se lo quiera reconocer) que, más temprano que tarde, volverán al redil partidario porque parece que no hay posibilidades de un frente efectivo, homogéneo y dinámico para el futuro.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |