Unos 130 afiliados de los 200 que tiene la Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas y Originarias (Cioec) optaron por realizar ventas directas de sus productos, en un proceso que busca depender cada vez menos de los intermediarios.
La información fue proporcionada por el director de la Cioec Bolivia, Javier Valda, quien explicó que los circuitos cortos de comercialización lograrán ventas cada vez más directas hacia los consumidores.
“Los intermediarios son un mal necesario, pero siempre estarán ahí. Si queremos prescindir de ellos o competir con precios justos al consumidor, necesitamos de la participación de todos, esa no es sólo una responsabilidad de los productores, sino de la sociedad en su conjunto”, afirmó.
Los productores afiliados a las Oecas expusieron el pasado viernes y sábado una variedad de productos en la ciudad de La Paz, en el marco de la IV Feria Internacional de Oecas, que también organizó una ruega de negocios en la que se preveía que los 126 productores participantes logren consolidar un valor de Bs. 500 mil, según informó el director de la Coordinadora de Integración de las Oecas, Luis Javier Valda.
En una evaluación sobre el impacto de los circuitos alternativos de comercialización, Valda identificó a la venta directa del productor al consumidor “puerta a puerta” y a las microferias, como los mecanismos más efectivos para llegar con precios justos a la ciudadanía.
En la cadena de comercialización se encuentran tanto los intermediarios como los grandes beneficiarios, en detrimento de los ingresos de los productores y también de los consumidores finales.
“El 2008 comenzamos la comercialización hormiga de puerta a puerta con lo que se logró reducir de forma importante la intermediación de los productos a un 49 por ciento.
Actualmente, 130 de las 200 OECAS utilizan los circuitos cortos de puerta a puerta para llegar directamente al consumidor”, afirmó.
Valda dijo que al inicio de este sistema de venta, pareció que la venta “puerta a puerta” era insostenible, porque requería de mucho esfuerzo, pero actualmente ha quedado demostrado que las microferias concertadas entre productores, juntas vecinales y amas de casa garantizan un éxito, tanto para los demandantes como para los ofertantes.
Dijo que en vez de imponer productos en el mercado, se debe proveer artículos que la población demanda, a fin de lograr una especie de riesgo compartido. “Si el consumidor necesita amaranto, el productor debe proveer amaranto y no producir por producir sin conocer el mercado real sobre el cual se está avanzando”.
Las microferias también permiten proporcionar información sobre los procesos productivos de los trabajadores del agro y de las cadenas de comercialización, para que la población conozca los esfuerzos que se mueven detrás, a fin de que los alimentos lleguen frescos y de buena calidad a sus mesas.
Según Valda, los productores agrícolas en el país cubren el 70 por ciento de los alimentos que demanda el mercado interno, y el restante 30 por ciento es importado, en muchos casos por las propias intermediarias de los productos nacionales. (Enlared Municipal)
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