Dos muertos en operativo de decomiso de ‘chutos’ en Challapata

Dos muertos y cinco heridos, fue el saldo de un operativo conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana en la población de Challapata, que tenía el objetivo de intervenir garajes y viviendas dedicadas a la comercialización de autos indocumentados.

El operativo denominado “Plan interinstitucional Pichay” buscaba registrar a los vehículos que ingresaron al país de contrabando, conocidos popularmente como “chutos”. En el operativo fueron incautados motorizados sin documentos.

Los efectivos militares utilizaron cuatro tanquetas, balines, gases lacrimógenos y presumiblemente armas de fuego para disuadir a los pobladores que se resistían a la incautación de los motorizados. Los vecinos para evitar este operativo se defendieron con piedras y quema de llantas para dispersar los gases lacrimógenos.

Los efectivos del Ejército decomisaron 74 vehículos indocumentados en los 17 garajes intervenidos que había en Challapata, población ubicada a 110 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro, donde nadie podía ingresar para controlar la compra y venta de motorizados que llegaron ilegalmente desde Chile, a pesar del control militar y aduanero.

El operativo fue coordinado entre el Ministerio Público, Aduana Nacional, Ejército y la Policía, para encontrar los garajes más grandes de depósito de vehículos ilegales que se vendían en forma particular los domingos. “Hemos encontrado más de 40 vehículos chutos, en un solo garaje”, confirmó el fiscal de distrito de Oruro, Gonzalo Martínez.

Muchos vehículos fueron encontrados en casas particulares, pero “también hemos hecho un acta de depósito de los motorizados, a los mismos dueños de casa, para que se conviertan en depositarios” de esas unidades y que, cuando se los requiera, “puedan presentar los vehículos ante el Ministerio Público”, explicó Martínez.

El operativo se realizó desde las 11.30. Los efectivos militares, armados con gases lacrimógenos y realizando disparos de balines, ingresaron a los garajes, utilizando una orden fiscal para realizar el allanamiento de los domicilios. Algunos propietarios de las casas resistieron ese trabajo, pero fueron reducidos.

Los militares no permitieron el acceso de los periodistas al lugar de los operativos. Mientras unos ingresaban a las casas, otros realizaban un cordón de seguridad, para que no se acerque la gente que, en forma rápida, se aglutinaba en la zona norte, con el objetivo de impedir la incautación de sus unidades.

Un helicóptero realizó sobrevuelos por la ciudad. Se presumía que en su interior se encontraban autoridades militares y aduaneras para detectar los sitios exactos, donde se encontraba la mayor cantidad de motorizados. Después de ese trabajo por aire, los efectivos militares empezaron a movilizarse e ingresar a los garajes.

La periodista Lidia Arancibia, desde el lugar de los hechos, informó a Radio Fides, que “había una convulsión general en Challapata, se han decomisado varios vehículos de los garajes más grandes, mientras que la gente se movilizaba para defender sus bienes, quemando llantas. Los niños están llorando, porque los efectivos militares disparan gases lacrimógenos por todas partes, para dispersar a la gente”.

Las autoridades educativas tuvieron que suspender las actividades escolares, en forma inmediata, por razones de seguridad. El conflicto más grande se produjo en el momento en que los niños retornaban a sus casas, las que estaban intervenidas, de manera que lloraban madres y niños, algunos clamaban por el bien que perdían y otros expresaban con gritos su importancia.

Según el informe del fiscal de distrito, “en algunos garajes se encontraron 18, 9, 41, 12 y 4 vehículos, pero un detalle completo tendremos cuando reciba el informe de cada uno de los fiscales que estaban asignados a los casos. Estimo que han sido 72, por lo menos, pero no se ha efectuado el decomiso, sino se han dejado los motorizados en las mismas casas, bajo precinto y resguardo de los mismos dueños de casa”.