Concluye II Encuentro de Talladores en Madera con 22 nuevas obras para La Paz

Después de 10 días de trabajo al aire libre, frente a un público ocasional, concluyó ayer el II Encuentro de Talladores con una exposición abierta en la Plaza Mayor de San Francisco. En los próximos meses, todas estas obras podrán ser apreciardas en distintos espacios públicos de la ciudad.

Esta iniciativa fue posible gracias a la coordinación del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, a través de la Oficialía Mayor de Culturas, la Sociedad de Talladores y la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos.

Edwin Méndez, funcionario de la Dirección de Patrimonio Cultural del municipio paceño y uno de los responsables de la organización, dijo que las obras terminadas pasarán a ornamentar espacios públicos, tales como el mercado Lanza, el mercado Camacho y diferentes bibliotecas públicas.

De esta forma, 32 artistas presentaron 22 obras para ser expuesta en homenaje a la fundación de La Paz. “En un principio se tenía la temática del racismo, pero, por la dificultad de los troncos y las raíces que nos llegaron, se ha consensuado que íbamos a interpretar las obras al sorteo”, apunta Méndez.

Los transeúntes fueron los testigos de la transformación de troncos y raíces que con cierto deterioro se convirtieron, gracias a manos experimentadas, en obras que fueron exhibidas durante la noche del miércoles en la Plaza Mayor.

“Esta es una madera que estaba en Miraflores, son álamos. Como se puede apreciar son árboles muertos, podridos y enfermos, en algunos casos, por lo que parecía que la única solución era quemarlos, pero para este encuentro se consideró que son los artistas los que aún pueden darle vida a estos materiales”, recalcó Méndez.

Méndez, quien también es tallador, explica que un artista no solamente recrea, sino que interpreta y aprende a descubrir las formas que habitan en cada material. Mostrando una de las obras, el artista señala “aquí vemos el corazón de una mujer, pero al medio está podrido, para el artista no hay imposibles, todo es cuestión de su creatividad”.

La opinión es compartida con Juan Parada Blanco, un escultor que desde hace 11 años aprende de la madera. Asimismo, sostiene que en su obra “Contracción” se busca dar un mensaje central: solamente por amor es que se puede luchar contra el racismo, “cuando hay amor el color de la piel no importa”, explica.

Paola Cabrera dijo: “ha sido una delicia trabajar acá, con una compañera nueva. Nos hemos divertido, hemos metido la pata, lo hemos corregido y más que un trabajo fue algo que nos encantó hacer”. Además, rescata que el encuentro da la libertad a los artistas de ser conocidos, y que a la vez se reconozca su trabajo y que se lo pueda mostrar al público.

Miguel Ángel Lima y Éricka Cortéz, integrantes de otro de los equipos creadores, manifestaron que esta es la primera vez que participan de este encuentro y remarcan que las actividades de esta naturaleza hace al proceso creativo más interesante, porque así más artistas pueden participar y mostrar su arte, además de brindar posibilidad de un intercambio de ideas y de técnicas.