Saliendo de paseo

España camina firme hacia el Mundial 2014, tras firmar su segundo triunfo consecutivo a domicilio, en Minsk, donde goleó a una inocente Bielorrusia (0-4) con una exhibición de fútbol de Pedro Rodríguez, que asistió de tacón en el primero y mostró una variedad de remates con un triplete goleador.

España se paseó en Minsk con Pedro bordando el fútbol. Los 5 grados de temperatura y la rapidez del terreno de juego no jugaron en su contra. Se adueñó del balón desde el inicio y se encontró un regalo que no iba a desaprovechar. La línea defensiva del rival, adelantada, era un descaro. Un disparo en su pie ante la visión de pase de los futbolistas españoles.

Pedro inventó el primer gol a los doce minutos, en una de esas jugadas en la que todos tocan el balón, y que cambió con una genialidad en forma de taconazo a la velocidad de Jordi Alba, quien tras partir en fuera de juego marcó con calma después de sentar al portero rival.

Todo lo que tocaba Pedro acababa en peligro. Sus jugadas por la izquierda. Sus apariciones por el centro. La ayuda en la presión para robar y lanzar un ataque veloz. Eléctrico. Sobrado de calidad. Asociándose con todos. Silva le puso el pase y el canario la picó a la red.

El trabajo estaba hecho en veinte minutos. España ya había asaltado el liderato pero quiso más. Plasmó su superioridad. Se gustó y disfrutó del triunfo. Cesc volvió a rozar el gol pero no llegó por milímetros a una nueva acción de Silva, con túnel incluido a Martinovich.

Como Álvaro Arbeloa no asomó en ataque, permitió a Jordi Alba actuar de extremo. Encontró una autopista. Un centro suyo lo remató a su propia puerta Verkhovtsov para que Veremko hiciese la parada de la noche.

Pedro cerró el duelo con dos goles de una definición sublime. A los 69 minutos un robo de Arbeloa lanzó una jugada mortal de segundos. Xavi lanzó el pase en profundidad a la velocidad de Pedro, que metió el pie abajo, a ras de césped, para superar por alto la salida del portero.

Dos minutos después, ponía el broche de oro a su mejor día de internacional, firmando el ‘hat-trick’ en una acción de dibujos animados. Cesc presionó a Martinovich, se la robó y se la puso a Pedro. Cosió el esférico a su bota, saltó al portero cuando se vencía y marcó a puerta vacía.

Del Bosque movió el banquillo para hacer ganar confianza a Raúl Albiol o David Villa y coger ritmo a Andrés Iniesta, que será titular el martes ante Francia en el estadio Vicente Calderón.

Los últimos minutos mostraron el hambre del ‘Guaje’ Villa que no paró de buscar el gol. El travesaño se lo impidió antes de la única llegada bielorrusa a Casillas. Chuhklei chutó blando a las manos de Iker. Fue el reflejo de un partido que solventó España con calidad antes de afrontar el duelo que dirá quién da un paso hacia el Mundial de Brasil. España y Francia, los favoritos del grupo, se la juegan.