En el próximo mes se efectuará el censo de población en el Estado, luego de 11 años del anterior de 2001, en el que debido a la introducción “capciosa” de una pregunta sobre el origen étnico, el 60 por ciento declaró que tenía origen en algunas de las culturas precoloniales, lo que dio lugar a la falsa argumentación de ser un país con mayoría indígena y en consecuencia entronizar en el poder político a un representante de esa supuesta mayoría. Pero en verdad todos sabemos y lo dicen las estadísticas serias levantadas sobre el tema, que sólo tres millones de individuos, de un poco más de diez millones de habitantes, son considerados indígenas de origen aymara, quechua y de tierras bajas. La mayoría de nuestra población es mestiza, es decir producto de la mezcla de lo hispano con lo indígena.
Cuando llegaron los españoles a estas tierras del cono sur en 1532, se encontraron con una organización social definida en clases o estamentos, en cuya cúspide estaba el Inca, hijo del dios sol y en la base los yanaconas, pero como los españoles vinieron sin mujeres, se mezclaron con las indígenas, dando como resultado una nueva clase. Al respecto el Inca Garcilazo de la Vega en su libro “Comentarios Reales” en 1609 dijo: “A los hijos de español y de india o de indio y española, nos llaman mestizos, por decir que somos mezclados de ambas naciones. Fue impuesto por los primeros españoles que tuvieron hijos en indias. Y por ser nombre impuesto por nuestros padres y por su significación me llamó yo a boca llena y me honró con él” (CR-IX-31).
El virrey Amat envió al rey Carlos III en 1770 unas pinturas donde aparece una mujer, su hijo y un hombre, con el título: “Español e india serrana o cafeteada produce mestizo” y se observa a un individuo blanco, con mujer morena y un niño blancoide; en otro cuadro se ve a un mestizo, una india y su hijo, con la leyenda “Mestizo con india produce cholo” (cuadros que se están en el Museo de Antropología en Madrid).
Debido a que en el próximo censo se ha incluido nuevamente la pregunta sobre si uno se identifica con alguna de las 36 naciones anotadas en un cuadro, pero no así la categoría social de mestizos, se han levantado legítimas voces de reclamo y protesta por esta exclusión de la mayoría de la población boliviana; seguramente se pretende “indigenizar” a la población boliviana, con fines de coyuntura política electoral. Ante esas observaciones la Ministra de Planeamiento dijo que era un problema de identificación cultural, es decir que tienen cultura sólo las 36 naciones indígenas, no así la mayoría de la población mestiza.
Lo evidente es que todo lo que hace el Gobierno tiene siempre alguna “trampa”, por lo que ha perdido toda credibilidad de la población -por lo menos de la mayoría- y seguramente en los resultados del censo nuevamente aparecerá la mayoría poblacional indígena y la minoría mestiza, para dar legitimidad al gobierno de los indígenas y cocaleros.
Ya el antropólogo Mario Montaño Aragón, en un enjundioso estudio, demuestra que los orígenes de aymaras y quechuas están entre Turquía y Rusia, pues los turcos altaicos de comunidades fronterizas visten, hablan y tienen costumbres similares a las de nuestros ancestros precolombinos.
Otra de las razones valederas sobre la mayoría poblacional mestiza, es el proceso de la Revolución Nacional de 1952 – 1964, que liberó de su condición de “siervos de la gleba” al 60% de la población que en ese tiempo era indígena (1952 – 53). Como resultado de esa medida se incorporaron a la vida nacional el idioma español y los usos y costumbres mestizos (hispano indígenas), de tal manera que los hijos de los “indios” de los años 50 son hoy mestizos cultural y socialmente. Basta ver los rostros y pigmentación de la gente en las calles de ciudades y pueblos, para concluir en lo que sostenemos.
Seguramente debe haber todavía algunos bolsones muy reducidos de compatriotas que viven en el área rural con su cultura poco influenciada por la occidental, en Chuquisaca y Potosí, pero la mayoría de la población rural está “mestizada”, sintiéndose orgullosa de esa calidad, como lo estamos todos los bolivianos.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |