“Siento en mi vida el abuso del poder de este Gobierno”

En entrevista con EL DIARIO, la diputada por el Movimiento Sin Miedo (MSM), Marcela Revollo, develó detalles de su vida como mujer, esposa, madre y legisladora boliviana. Asimismo, habló de sus aspiraciones políticas personales y del frente que lidera su esposo Juan del Granado.

¿Es difícil como mujer hacer política?

Sí, porque las normas, los tiempos, las instituciones, los códigos políticos son muy patriarcales. Las mujeres tenemos que asumir el reto de trabajar bajo los mismos códigos, tiempo y espacio que los hombres han establecido en nuestro país, como parte de una estructura patriarcal del poder.

¿Cómo lleva su relación familiar, política y profesional?

Conocí a Juan (Del Granado) haciendo política, él ya era un dirigente reconocido en los movimientos de izquierda, yo iniciaba un trabajo de liderazgo en la universidad con mujeres mineras relocalizadas. Tenemos muchas cosas en común, compartimos gran parte de lo que es la visión política de país.

¿Tiene alguna relación civil o parental con el presidente Evo Morales?

Tuvimos una relación política que el MAS y el presidente Morales decidieron romper. Somos padrinos de Eva Liz, la hija del presidente, con ella es una relación muy diferente. Somos más cercanos a la calidad moral e inteligencia de su madre, que viene de los movimientos sociales e indígenas.

El caso Ema Verde causó polémica y su familia se vio involucrada ¿No teme que el MAS pueda judicializar este tema?

Ema Verde es una empresa municipal y nadie ha podido demostrar que hubiera visitado alguna vez esta empresa y menos que mi familia la haya administrado. Si el MAS utilizara esto en nuestra contra, a mí no me quita ni cinco minutos de tranquilidad porque tengo claro que no somos parte del enriquecimiento ilícito.

Usted fue muy crítica cuando la Cámara Baja dio la Medalla Marcelo Quiroga a las FFAA. ¿El MAS está traicionando a las víctimas de la dictadura?

Fui una de las diputadas que ha exigido un informe oral y escrito al ministro de Gobierno de ese momento. He pedido y he hecho investigaciones para que el Gobierno se comprometa con la apertura de los archivos militares, para que se conozca dónde están los cuerpos de los desaparecidos y de Marcelo Quiroga. También exigimos a la ministra Nilda Copa el cumplimiento del derecho del resarcimiento, pero el MAS no ha hecho nada por esas víctimas, porque ellos creen que la historia democrática del país empezó el 2006.

Usted fue víctima de las escuchas e invasión a la privacidad ¿Cómo ve los derechos civiles en el actual proceso de cambio?

Creo que los derechos constitucionales y humanos, son dos principios de la democracia que el MAS no los tiene comprendidos y menos asumidos. De la manera más cínica, el ministro Carlos Romero denunció mi apoyo a los pueblos indígenas, pero eso no es novedad porque el Ministro fue constituyente y sabe mi posición sobre los pueblos indígenas, no sé porque ahora es un delito. Siento el abuso del poder del Gobierno en mi vida como ciudadana y como parlamentaria.

¿Qué piensa de las mujeres del MAS que justifican las declaraciones y acciones del mandatario contra el género femenino?

Estas mujeres creen que le deben el cargo a su jefe y creen que tienen que hacer coro frente a los atropellos y a las declaraciones misóginas del Presidente. La lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres no pasa por la defensa de una línea política. Hay mujeres dentro del MAS con mucho valor, pero no han podido romper con el caudillismo y el populismo que ha producido una participación muy pobre de las mujeres.

PERFIL

- Marcela Revollo Quiroga casada con Juan del Granado hace 25 años, tiene dos hijos, Gabriela de 21 años y Andrés de 20.

- Es de profesión socióloga, tiene una maestría en Ciencias Políticas y es candidata a Doctora en Ciencias del Desarrollo.

- Practica el jogging o carrera a pie y natación y la lectura para combatir el estrés.

- Realiza labor social a través de campañas de ayuda con niños que necesitan cirugías y necesitan combatir al cáncer.

- Inició la vida política a los 17 años como activista. Participó en la marcha por la vida, apoyó a las mujeres de su generación y ayudó a recoger las demandas de los jóvenes para la Asamblea Constituyente.