El crecimiento poblacional, la desocupación, la influencia de la delincuencia que se ve por los medios televisivos y el incremento de la violencia repercuten en la falta de seguridad de los ciudadanos.
“Sara ven rápido a casa, el cuarto esta casi vacío. No están nuestras cosas”. La expresión de Ramiro, a través del celular tiene un tono de desesperación. Minutos más tarde la pareja hace un recuento de los bienes perdidos y salen a la calle para encontrar alguna respuesta. Nadie vio nada, ni se dieron cuenta del hecho aunque, luego, algunos testigos dieron pistas de lo ocurrido.
Sara hace un recuento mental de los bienes que fue acumulando con su pareja en cinco años de matrimonio. El televisor, el tres en uno, el dinero que estaba en la cajita junto al velador, un reloj que no se puso en la mañana por el apuro de salir y sigue el recuento entre las lágrimas.
“He llamado a la policía hace una hora y me dijeron que estaban en camino y hasta ahora no llegan. Voy a llamar de nuevo” dice Ramiro, quien entre la impotencia y la bronca revisa los cajones, toma nota de lo que quedó tirado en el suelo y se sostiene la cabeza.
El hecho sucedió en diciembre de 2011, EL DIARIO conversó con la afectada, quien no quiso dar a conocer su nombre real. Sara, el nombre ficticio, fue victima de este robo en su domicilio de la zona de Alto Irpavi. Recordó que el suceso ocurrió a plena luz del día, cuando todos los moradores habían salido a su fuente de trabajo.
De acuerdo con el relato de los vecinos, un vehículo se habría estado estacionado en las puertas de la vivienda en horas de la mañana. “Un grupo de personas, más o menos entre cuatro o cinco entraban y salían de su casa. Nosotros pensábamos que eran familiares de la pareja y se estaban trasladando pero jamás pensamos que eran ladrones”, relata una de las vecinas.
Este hecho es uno de los tantos casos que se registran a diario en el país, lo que muestra el marco de la inseguridad ciudadana. Robos, hurtos, atracos, y hasta secuestros entre otros, suceden a diario, en los bares, locales, colegios, domicilios y lugares donde el ciudadano menos se lo imagina.
De acuerdo con el informe que brinda el subcomandante de Radio Patrullas 110, coronel Rodel Cano, para los antisociales no existen horas determinadas para consumar los delitos, por lo que la población tiene que vivir con el Jesús en la boca o esperar que durante su ausencia no suceda algo anormal
“Nosotros recibimos diariamente 800 denuncias, los fines de semana llega a incrementarse a 900 llamadas, incluso en algunas oportunidades sobrepasan estas cifras. La sala de operaciones registra permanentemente casos de delitos, contravenciones, auxilios a personas, robos y otros”, cuenta Cano.
Entre los casos más relevantes en el primer semestre de 2012 registrados en la Unidad de Radio Patrulla 110, del centro de la ciudad de La Paz, se tiene el siguiente recuento: faltas al orden público, 1801 casos, seguido por los delitos contra la propiedad, con 432 casos.
El subcomandante de la policía aprovechó la entrevista para solicitar a la población un poco de paciencia para la llegada de radio patrulla ante cualquier denuncia. “Por el congestionamiento vehicular que existe en la urbe, es muy difícil trasladarse de un lugar para otro inmediatamente; además, no contamos con los vehículos suficientes”, explica.
DATOS
- El 43% de los robos fueron cometidos utilizando violencia sobre la vivienda, se han roto paredes, puertas o forzado cerraduras y utilizando armas de fuego. El 24% de los robos se habrían cometido escalando los muros, lo cual se considera grave, de acuerdo al Código Penal.
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