La cueca es un patrimonio cultural e intangible de La Paz

Este es el segundo año en el que la cueca, como danza, es reconocida como patrimonio cultural e intangible del municipio de La Paz. A través de la Ley Municipal Autonómica Nº 010/2011, se pretende la promoción y valorización de este baile, honrando, además, a los grandes compositores de cuecas emblemáticas.

Desde el siglo XVII los colonizadores españoles trajeron al continente danzas como la Jota Aragonesa, la Sevillana, el Minueto y el Fandango español, entre otros. Alrededor de 1820, Lima, fue testigo de la transición del Fandango en Zamacueca, antecedente directo de la primera cueca.

Esta nueva variación, que se valía de ritmos locales y fusiones afros, se expandió a Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay y México. Esta difusión acompañó el proceso de revolución independentista que se desarrolló a lo largo de 1816 hasta 1825, pero fue a principios del siglo XX que los criollos comenzaron a aceptar la cueca en los elegantes bailes de salón.

Como explica la directora de patrimonio cultural y natural de La Paz, Ximena Pacheco, “en determinado momento, la cueca representaban a unos grupos de élite, pero en alguna primera instancia

se expresaba como algo mucho más popular y posteriormente fue siendo apropiada por toda la población. Y cómo ha ido evolucionando esto, hasta nuestros tiempos donde es una expresión que no falta en las principales celebraciones”.

La directora del ballet de la Universidad Católica Boliviana, Norah Valverde, señala que la cueca es una danza representacional por excelencia porque actualmente forma parte de una identidad nacional. De los nueve departamentos se tienen siete cuecas, baile que no tienen eco en el oriente, salvo por la cueca del Chaco y de Tarija.

La cueca representa el periodo del mestizaje, tanto aquel que viene de la cultura afro con la cultura criolla. Inicialmente, la cueca era escuchada en armonio o piano, instrumento al que acompañaba el violín. Más adelante, era interpretada en arpa y guitarra, luego en bandas de bronces y finalmente se tocaba en pequeñas orquestas o ensambles, las ahora conocidas estudiantinas tradicionales, que se valían de más instrumentos, así como las mandolinas, las guitarras, charangos, quenas, acordeones o concertinas.

El baile de los significados

Como afirma el trabajo de David Mendoza y Randy Chávez, técnicos de la Unidad de patrimonio inmaterial e investigación cultural, la cueca es una danza de pareja en la que se plasman los roles de género, en parte idealizados por la sociedad paceña. La interpretación de esta relación de pareja simboliza un cortejo amoroso o de conquista.

Valverde apunta, “se puede apreciar un lenguaje amoroso en el que ambos muestran su elegancia y gallardía. Principalmente en tres departamentos que podríamos decir que tienen una cueca de salón, Sucre, Potosí y La Paz. Mientras que el estilo de Cochabamba y de Tarija, que son más del campo, son nacidas en un espacio mucho más popular”.

Esta es una danza de amor, es un lenguaje, que permite mediante el pañuelo, expresar el enlace que puede existir en la relación entre un hombre y una mujer. Según Valverde es la representación genuina de lo criollo, pero que se asienta en lo mestizo.

Para Mendoza y Chávez, este baile no solamente es expresión que escenifica una configuración de identidad de género entre hombres y mujeres, sino es también el sentido y significado del rito social que se adquiere en el contexto de la fiesta, ya sea en un preste, bautizo o matrimonio.

La conquista

coreográfica

Al pasar de los años, se dieron muchos cambios en la estructura de la danza puesto que cada generación aportó nuevas características. Ya reconocida como expresión paceña, la cueca se define musicalmente en una estructura con un compás de 6/8, con una duración de 48 compases.

“La música está conformada por dos tiempos, la primera y la segunda y cada tiempo tiene tres espacios. El primer espacio vendría a ser la introducción, que es la idea de conocer, en la que el hombre invita a bailar a la pareja. En la segunda parte es la de la quimba, que es la parte en la que el hombre declara su amor a la mujer y la tercera parte es el zapateo que es cuando el varón demuestra con orgullo que la mujer acepta la relación”, explica Valverde.

La disposición del hombre y la mujer frente a frente es la introducción, luego existen dos encuentros de acercamiento y coqueteo. En un tercer acercamiento la pareja cambia de lado. Mientras que la quimba es el momento máximo de conquista de la pareja, en este momento el bailarín persigue a su pareja y ella lo esquiva mientras oculta su rostro detrás de un pañuelo. Este elemento es central para la cueca porque es él quien habla, abriéndose como abanico.

Durante este correteo, los pasos son pequeños porque se trata de un falso escape. Finalmente cuando el hombre e aceptado empieza un zapateo fuerte y enérgico que termina nuevamente con el encuentro de ambos frente a frente.