Las cruentas jornadas de represión en tiempos de democracia marcaron al país y determinaron un punto de inflexión para el inicio del nuevo proceso constituyente en Bolivia. Han pasado nueve años desde estos hechos y los sectores sociales continúan esperando que las investigaciones den con todos los responsables de Octubre Negro.
La denominada guerra del gas sucedió durante los conflictos en octubre del 2003, relacionadas a la exportación del gas natural de Bolivia a Estados Unidos y México, decisión del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Las principales demandas eran la no exportación del gas, hasta que exista una política para abastecer el mercado interno, además de los bajos precios con los que se pretendía concretar este cometido.
El conflicto se profundizó hasta que las fuerzas militares fueron enviadas por el gobierno de turno, para desconcentrar las movilizaciones que estaban armadas de palos y piedras en defensa del gas. El resultado, casi 70 muertos.
El asambleísta departamental del Movimiento Al Socialismo (MAS), Roberto de la Cruz aseguró que estas fechas son recordadas por los alteños con sentimientos de satisfacción y a la vez de indignación.
“Estos días los recordamos entre la gloria y la injusticia. Gloria porque hemos evitado que se rife el gas a Chile y que de paso se rife al gobierno norteamericano. También fue una semana gloriosa porque conquistamos el proceso de cambio que puso a un gobierno de corte popular en el poder”, señaló.
Por otro lado, según dijo, está la injusticia que dejaron esas jornadas para la ciudad de El Alto porque “los oportunistas, responsables y exmiembros de los partidos políticos son parte del actual aparato estatal”.
“También es injusticia, porque Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín aún no han sido encarcelados. El Alto no es atendido prioritariamente y la agenda del 2003, aún no se ha cumplido, por lo que el gobierno de Evo Morales está obligado a reconducir el proceso de cambio”, citó.
Por su parte, el jefe departamental del Movimiento Nacionalista Revolucionario de La Paz, Luis Eduardo Siles, admitió que fueron días tristes para el país, pero dijo que desde entonces el gobierno de Evo Morales consolidó un golpe de Estado permanente, buscando acaparar todos los poderes luego de derrocar a un gobierno constitucional y elegido por voto.
“Si las familias piden justicia, están en todo su derecho, pero también que se investigue a Evo Morales, porque él convocó a la guerra civil y por derrocar al gobierno de Sánchez de Lozada. Recordemos que hubo muertos de ambos lados y el expresidente Carlos Mesa, dio amnistía a Morales y a sus principales seguidores, lo que impidió que la investigación continúe”, afirmó.
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