Una fuerte ola de calor azota el departamento de Cochabamba

Cochabamba, (EL DIARIO).- Respecto a la fuerte ola de calor que soportó el departamento de Cochabamba durante la semana, superando los 32 grados centígrados, el director de Medio Ambiente, Germán Parrilla, explicó que este fenómeno climatológico es propio de la estación, pero también se presenta como consecuencia del calentamiento global que sufre el planeta.

La autoridad fundamentó que este fenómeno es por los elevados niveles de contaminación ambiental; los chaqueos, la tala indiscriminada de árboles y la falta de políticas de mitigación de los efectos que se producen en la naturaleza. Debido a todo esto, la temperatura media del departamento es de 29 grados centígrados en esta época del año, lo que causa sorpresa a los ciudadanos.

“El calentamiento global está afectando a todo el mundo, por eso en nuestro departamento también tenemos elevadas temperaturas, como esta temporada que se perciben con mayor intensidad, sino se adoptan políticas públicas que traten de cuidar el medioambiente, los próximos años con seguridad la situación será extrema”, afirmó.

Por otra parte, fuentes de meteorología, confirmaron que durante los últimos días, en el departamento de Cochabamba se registraron temperaturas que oscilaron entre los 29 a 32 grados centígrados, el calor se comenzó a sentir con mayor intensidad principalmente en horas de la tarde, obligando a la ciudadanía a utilizar ropa de temporada, visitar las heladerías y hasta programar paseos a las piscinas.

Al respecto, la titular de la Secretaría de los Derechos de la Madre Tierra, Tatiana Sanabria, agregó que debido a la contaminación ambiental que se concentra en la atmósfera, no solamente se registran olas de calor, también otros fenómenos adversos como heladas, lluvias intempestivas, tormentas eléctricas, sequías, que no son otra cosa que la manifestación de la naturaleza.

Según se conoce, este fenómeno, también estaría afectado algunos municipios de Cochabamba, como la zona de Pasorapa, donde ya comienzan a sentirse los efectos de la sequía y la falta de lluvias que obligó a las autoridades de la gobernación a presupuestar dos millones de bolivianos para atender eventuales problemas en este y otros lugares, en tanto que por el momento sólo se realizan envíos de agua en cisternas.