Empresa constructora provoca el desplome de vivienda en Miraflores

Sólo quien experimentó el sonido pavoroso de una pared que está a punto de desplomarse podrá entender a los miembros de las diez familias, que la madrugada del miércoles 17 tuvieron que salir con lo que encontraron en mano a la calle, dejándolo todo con tal de salvar sus vidas.

Aproximadamente a la una de la mañana del miércoles, vecinos de la avenida Argentina, esquina Francisco de Miranda, escucharon la caída gradual de una edificación de cinco pisos que se encontraba ubicada en el mismo terreno donde se construía el edifico María Angélica, que estaba proyectado para levantar 20 pisos.

La empresa constructora Prourban inició en marzo de este año un trámite de aprobación de planos ante el Gobierno Municipal de La Paz, cumpliendo los requisitos como los informes geológicos y otros establecidos en las normativas para una autorización administrativa para las construcciones.

Dicha empresa habría realizado excavaciones para los cimientos entre cinco a siete metros de profundidad del nivel de la avenida Argentina, un trabajo que es característico en la construcción de sótanos y no en cimientos.

“Un movimiento agresivo que se ha generado en toda el área de influencia del proyecto que se tenía de este edificio, lo cual ha debilitado el flanco derecho del talud donde se tiene diferente clase de litologías que no corresponde a una intervención de esa naturaleza”, explicó el titular de la Dirección de Riesgos, Vladimir Toro.

Por su parte, el subalcalde del macrodistrito Centro, Ramiro Burgos, señaló que la edificación que se colapsó fue realizada sin autorización edil, se habría utilizado material precario, por lo cual se le inició un proceso administrativo.

Aunque no se identificó al dueño de la estructura, se supo que los departamentos estaban en calidad de anticréticos (cada una a $us 12 mil) y que eran muy frágiles y pequeños.

Vecinos del lugar afirmaron a EL DIARIO que en la parte trasera de esta construcción, hay otras similares donde viven hasta 25 familias en viviendas tipo garzonier, muy pequeñas y construidas sin cuidado alguno.

Pese a que hubo pérdidas materiales, no se lamentó desgracias personales.

“Primero es lo primero, que es el establecimiento de las responsabilidades frente a las familias que han perdido sus bienes, se debe averiguar cuál es el origen, qué es lo que ha provocado el colapso”, aseveró la Alcaldesa a tiempo de aclarar que Pro Urban deberá resarcir los daños materiales causados a las viviendas contiguas.