Arquitectura espiritual en Los Andes

La gente que vive en el cordón de Los Andes de Sudamérica, sabe construir, pues a lo largo de Bolivia, Perú y Ecuador se puede observar grandes y fantásticas estructuras de piedra que por su volumen uno se pregunta ¿cuánto tiempo tardaron en hacer estas obras? y no habrá respuesta alguna, contrariamente hoy por hoy la arquitectura ha revolucionado tiempos, materiales, estructuras, diseños virtuales que recrean y pueden ser construidas grandes obras, sin mayores problemas.

Culturas como la Tiwanacota, una de las más antiguas de Latinoamérica que nos legó construcciones increíbles con un manejo de alta tecnología para su tiempo y en espacios agresivos como las montañas de difícil acceso, lograron construcciones que brinden seguridad, razón por la que preferían hacerlo en las regiones altas y con bastante pendiente, es el caso de los Q´eswas (Quechuas) en el Machu Picchu del Perú o los centros religiosos del Lago Titicaca en nuestro país, admirados por propios extraños.

Hay que reconocer que los antecedentes históricos de un país y las culturas del pasado marcan y definen ciertos elementos constructivos, es el caso de la Casa Pachacamac del arquitecto peruano Luis Longhi, conocido entre los profesionales del rubro, que nuevamente demuestra la versatilidad en la construcción, en un reto muy complicado, ya que tuvo que conservar la arquitectura ancestral y el medio que rodeaba al espacio físico destinado para la edificación.

Dos elementos que tuvieron que ser conjugados en el momento del diseño; la fisonomía externa e interna, para no contradecir la estética, sin dejar de lado la funcionalidad que debe tener una estructura arquitectónica por dentro. A simple vista y a la distancia se puede advertir unas venas que salen del mismo lugar, que por su ubicación en punta de cerro aprovecharon el mismo declive del sector para obtener una construcción que no desdiga a la naturaleza del cerro, porque resulta que en el sector no existe tanta vegetación (no es temporada) como en otros lugares seguramente y que esto muchas veces ayuda para cubrir o darle cierto toque estético, pero en este caso no existe nada de eso, es tierra y más tierra y lo único que podría emparejarse es el color y la forma.

El contenido no se ve, virtualmente está enterrado, esta expresión no hay que tomarla muy literalmente, claro que se puede ver el contenido y palpar, apreciar, disfrutar de los ambientes internos que provocan seguramente cierta espiritualidad, ya que el sector está rodeado por lugares arqueológicos que simbolizan el movimiento y la importancia que en su momento tuvo la región, aunque encima del cerro se respira otro aire, porque "estamos cerca de la deidades y se puede filosofar con ellos".

PLANIFICACION DE LOS RECINTOS INCAS

Los Incas fueron constructores con planificación, nunca improvisaron sus recintos, prueba de lo que se afirma son sus edificaciones actuales que se levantan por todo Los Andes, sin embargo con una característica común, siempre en lugares altos y que la visibilidad sea constante para divisar a los enemigos al reino seguramente. Los lugares eran meticulosamente escogidos y casi eran fortines e incluso tuvieron que ver el abastecimiento de alimentos para los habitantes.

Lo que implica que la eleciión del lugar era clave, como que ahora en la ciudades también buscan estas variantes a la hora de decidir dónde vivir, aunque no sabemos de quienes estamos rodeados, pero entre los quechuas esto no ocurría, porque vivían en comunidad y leales al sistema, lo que implica que era una ubicación geopolítica.

La obra de Longhi, representa estos elementos, ya que la región y la fisonomía del cerró fue elegida por el cliente, en medio de la pasividad, espiritualidad, aire puro y una vista maravillosa, además de otras ventajas que son descubiertas en el cotidiano vivir.

El cerro está ubicado a poco menos de 40 kilómetros al sur de lima, según los datos del autor-arquitecto de la obra, siendo que la región no cuenta con agua y menos electricidad y al parecer esa era la idea de vivir naturalmente; admirando los paisajes del entorno, y que es muy probable haya sido la concepción del cliente, porque la arquitectura no solamente es el diseño y construcción de una obra encargada, por el contrario utiliza otros elementos claves, como el entorno, la ubicación, fisonomía del terreno, color, textura, viento, sol y otros, que delimitan para una arquitectura interesante, llamativa, vistosa…

CONCEPTO ARQUITECTÓNICO DE LA OBRA

Un concepto que rescatamos de esta construcción, es la siguiente: "La respuesta de intervención en el lugar fue la de "enterrar" la casa en el cerro, tratando de crear un dialogo equilibrado entre arquitectura y paisaje, donde las relaciones del afuera y el adentro se convierten en una interpretación constante de la materialidad de la obra apreciando a través de la luz y la oscuridad el sentido de protección y albergue de la casa".

DESCRIPCIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN

Tal cual se puede apreciar la casa está ubicada en la punta del cerro, que sin duda por su ubicación tiene una vista de casi 360 grados sino fuese por el sector trasero, donde concluye y comienza la construcción. Al parecer esa era la idea de capitalizar el panorama paisajista de la región y está claro que la obra no hace ese esfuerzo a esa naturalidad y fisonomía del lugar, provocando filosofar con los dioses, motivo de vida del cliente.

La construcción cuenta con amplios pasillos que dan libertad y comodidad al habitante, caídas de agua, contrastados con muros de piedra y hornacinas, aunque no cuenta con jardines, es por eso que se dice, que tiene un estilo Inca, ya que esta cultura latinoamericana creía en el todo como jardín y simplemente había que colocar en medio de esa naturaleza la morada y saliendo de ella estaba el jardín libre e infinito. Por el cambio de estaciones y como en todos Los Andes, la vegetación crece de manera maravillosa y precisamente en esta fotos no se las puede observar, siendo que la flora llega de colores como un manto o aguayo de tejidos tarabuqueños.

Hay que reconocer que la intercomunicación o relación entre ambientes hacia el exterior desemboca en grandes ventanales, que en cierta forma parecen anaqueles de tiendas de galería de ciudad,

Los pasillos conectan a las salidas y que visto de afuera, es como si alguna ave rasgó el cerro, dándole una oportunidad al sol de penetrar y calentar los interiores de la casa. Remata con los muros de piedra con una supuesta fachada…digo supuesta, porque la obra muere en punta de cerro como seguramente creó originalmente la naturaleza.