Expedición al río Madre de Dios

I

El misionero franciscano fray Nicolás Armentia y el delegado del gobierno Antenor Vásquez emprendieron la exploración del río Madre de Dios, en el territorio nacional de colonias del N.O., y después de un largo y penoso viaje llegaron a la altura de los 12º 55’ de latitud y los 69 º 21’ de longitud, pasando de aquí por tierra al Orton, que creyeron era el Aquiry.

EI Congreso de 1882 ordenó la exploración del Madre de Dios.

La legislatura de 1882 por iniciativa del diputado por Caupolicán, Carlos Bravo, dispuso mediante una ley la exploración del río Madre de Dios; decretó al mismo tiempo la inversión de una modesta suma que se creyó suficiente para la realización de la empresa.

EI Poder Ejecutivo en cumplimiento de la ley votada, encomendó la ardua y penosa misión al padre recoleto Nicolás Armentia; y deseando estar representado por una delegación especial, nombró al ciudadano cruceño Antenor Vásquez, “digno de la consideración pública por su notable espíritu de empresa, por su anhelo en pro de los adelantos de las vastas regiones del oriente”.

¿Quién fue el padre Nicolás Armentia?

El padre Nicolás Armentia era un religioso franciscano, nacido en la provincia de Alaba, en el reino de España, en 1845. Después de realizar sus primeros estudios en Viscaya pasó por Francia y allí ingresó en la orden religiosa de San Francisco en 1860. A principios del año 1865 llegó al convento de La Recoleta de La Paz y aquí recibió las órdenes sagradas en abril de 1869. Anheloso de seguir las huellas de sus antecesores, que en épocas pasadas habían emprendido viajes de exploración a las tribus comprendidas entre los ríos Beni y Madre de Dios, el padre Armentia visitó en 1881 y 1882 aquellas mismas regiones, habiendo llegado hasta el territorio de los araonas y de los pacaguaras.

Las relaciones de estos viajes, llenas de datos e informaciones de grande interés, serán siempre consultadas con provecho por todos aquellos que se dediquen al estudio de la geografía nacional. A este religioso el gobierno del general Campero encomendó la exploración del Madre de Dios. Armentia contaba entonces 39 años de edad y hacía 19 años que residía en Bolivia. Nadie habría pensado entonces que este explorador estaba llamado a ser uno de los más competentes y convencidos defensores de los derechos territoriales de Bolivia en notables escritos de dilucidación histórica y a ocupar con merecimiento propio el obispado de La Paz, siendo a la vez el hijo y orgullo de la orden franciscana en Bolivia.

La organización de la expedición

En mayo de 1884 salió de La Paz el padre Armentia con dirección a Pelechuco, acompañado del religioso Juan Cerdeña y del subprefecto de Caupolicán Belisario Gámez. El 5 de junio llegó a aquel pueblo y dio comienzo a los preparativos de la expedición, habiendo tropezado con sinnúmero de inconvenientes, muy particularmente para contratar los remeros que le eran indispensables. Allanadas al fin las dificultades que por largo tiempo lo detuvieron en Pelechuco, en Ixiamas, en Tumupasa y en San Buenaventura, quedó organizado el personal con el que debía emprender la expedición, y allegados todos los recursos que debían auxiliarla.