Se cumplieron seis meses desde que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció la expropiación del 51% de las acciones que Repsol poseía en YPF. Desde entonces, los títulos de YPF en Wall Street han caído a casi la mitad de su valor, las importaciones de combustible entre mayo y agosto crecieron un 35% respecto al mismo periodo de 2011, y la nueva dirección de la empresa ha subido en dos ocasiones el precio de los combustibles. El Gobierno aún no ha conseguido que ninguna multinacional extranjera aporte capital a los yacimientos de Vaca Muerta que pretendía explotar Repsol.
La ley fija un plazo de seis meses para conseguir un acuerdo amigable entre la compañía española y el Gobierno de Fernández. El reloj comenzó a correr el pasado 10 de mayo, fecha en la que Repsol envió una carta de “declaración de controversia” a la presidenta en la que le decía que se había realizado una expropiación sin cumplir los requisitos del tratado de protección de inversiones.