A poco más de una semana para la celebración del Día de los Muertos, la macabra historia del cadáver fugado de Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, alias “El Vengador”, jefe del cartel de los Zetas, el más violento de México, protagonizó el lunes un nuevo episodio. Funcionarios de la Procuraduría (Fiscalía) General de la República tomaron pruebas de ADN de los restos de su padre, Gregorio Lazcano, en el panteón de San Francisco, Pachuca (Estado de Hidalgo), en el centro del país, con objetivo de poder confirmar de una vez por todas la identidad del narcotraficante.
El jefe de los Zetas fue supuestamente abatido el pasado día 7 por la Marina mexicana en el municipio de Progreso, (Coahuila), al norte del país, tras un enfrentamiento. El Lazca, según la autopsia, recibió varios disparos por la espalda a unos 300 metros de distancia cuando huía a pie de las fuerzas de seguridad. Poco después, su cadáver fue robado por un grupo de hombres armados de una funeraria de una localidad vecina y sigue desaparecido, publicó EL PAÍS.
La operación para extraer tejido genético del padre del narcotraficante duró siete horas. Según un empleado del cementerio, la tumba del progenitor de El Lazca, llevaba un año sin ser visitada por nadie y estaba en una situación de abandono. Apenas puede leerse la lápida. Ningún familiar estuvo presente durante la operación. Los restos de la madre del capo también yacen en Pachuca, pero en un mausoleo que ordenó construir el líder de los Zetas. En un principio las autoridades habían intentado extraer el ADN de sus hermanas, pero no lograron permiso.
La historia de El Lazca como muerto viviente, dadas las contradicciones de las versiones oficiales ofrecidas hasta el momento ha dado lugar estos días a toda clase de bromas en la prensa mexicana, y hasta el propio expresidente Vicente Fox dijo recientemente que era una historia difícil de tragar.
Las autoridades mexicanas confían en que las pruebas de ADN convenzan al público de que el muerto es el verdadero jefe de los Zetas y se confirme un nuevo “éxito” del presidente Felipe Calderón en su guerra contra el narcotráfico. Desde su supuesto fallecimiento, habían asegurado que las huellas dactilares y las fotografías confirmaban su identidad “al 100%”. Pero no está del todo claro con qué podrán comparar el material genético extraído al padre, si bien El Lazca perteneció al Ejército mexicano y pasó un tiempo en prisión.