“Se pagó la totalidad del rescate”, dijo Ana María Flores Sanzetenea en el encuentro que sostuvo con la prensa. No se supo precisar si los allegados de la empresaria pagaron un millón o medio millón de dólares.
Privada de movimiento y encerrada en una pieza sin ventanas de dos por dos metros; con la puerta echada llave y sin ningún contacto. Así pasó los dos días de cautiverio. En ese tiempo sólo recibió agua y muchas amenazas para pagar el dinero pedido por sus captores.
“No me golpearon pero me presionaron mucho para que pague el rescate. Me dijeron que me iban a subir a un avión para lanzarme en la selva paraguaya, seguramente esa es la forma como operan. Gracias a Dios estoy sana, eso es lo que más importa”, dijo Flores.
La Policía detuvo a tres personas a quienes sigue tomando las declaraciones y busca a otros tres de quienes tiene los nombres y la descripción. No se habló del destino que se dio al dinero producto del rescate aunque se infiere que está en poder de los prófugos.