Poblaciones rurales reciben a sus difuntos con anticipación

Faltando más de una semana para la celebración del Día de los Difuntos, comunidades rurales de La Paz iniciaron los preparativos y usos relativos a esta festividad religiosa.

Asambleístas departamentales relataron a EL DIARIO la manera en que se repite esta tradición en el área rural y coincidieron en afirmar que en la festividad, cada familia alista una mesa con diversidad de repostería casera como las tantawawas (pan con figura humana), escaleras, coronas, bizcochuelos, caballos, frutas, dulces, refrescos, comidas, flores, velas, entre otros.

El primer día de recibimiento y el segundo de despedida de las almas son los más importantes pero aseguran que la preparación se efectúa de acuerdo al duelo.

Todos los Santos ha logrado que miles de familias se reúnan para celebrar, compartir y realizar todas las costumbres que enmarcan esta tradición cultural que se observa más en el área rural y en las provincias.

En el contexto tradicional de lo andino, la población que vive en las regiones rurales son las más arraigadas de esta festividad.

En los cementerios de las periferias de la ciudad de La Paz y los que están en pequeñas comunidades, en las tumbas de los difuntos se preparan grandes mesas tradicionales, cañas que bordean los nichos y una variedad incalculable de masas.

El asambleísta de la provincia Franz Tamayo, Victor León, relató que en está región faltando tres días para recibir a las almas, las familias acuden a los cementerios a limpiar las tumbas y comienzan a preparar las delicias que eran de gusto del difunto.

El 1 de noviembre a mediodía comienza la caravana de visitas de las familias dolientes.

El presidente de la Asamblea Departamental y oriundo de José Manuel Pando, Eloy Tuco, manifestó que, para la festividad, las familias reciben las almas con un preparado de mesas en las que hay dulce, comida y pan. “La celebración es obligatoria los tres primeros años, el primer año el duelo es más intenso, para el segundo y el tercero se despide el dolor del alma”, dijo.

La comida tradicional para esta época en José Manuel Pando es el ají de papa con carne de llama y las bebidas son preparadas con cereales andinos característicos de la región. Los alimentos se reparten de acuerdo a las visitas a las familias de los dolientes.

En tanto, asambleísta de Inquisivi Genaro Alejo, informó que en esta época la gente y las familias se preparan con mucho tiempo de anticipación, desde el 31 de noviembre, el primer día preparan una mesa líquida con refrescos hervidos, gaseosas, jugos de frutas, entre otros que van acompañados de oraciones. Para recibir a las almas se preparan las mesas con comida tradicional de gusto del difunto pero en esa mesa no debe haber nada de líquido. En la noche las familias a la cabeza de una autoridad van al cementerio a rezar con faroles.