Vicepresidente se retracta y admite que es imposible regular contenidos

Después de la controversia generada por las declaraciones del vicepresidente Álvaro García Linera, cuando afirmó que “anotaba” los nombres de quienes “insultaban y ofendían” al presidente Evo Morales en las redes sociales, ahora la autoridad asegura que es imposible regular el contenido de estas publicaciones y que el Gobierno sólo apelará a la “reflexión” a los usuarios de Internet para eliminar las taras del racismo y la discriminación.

“Las redes forman parte de una estructura planetaria inmaterial imposible de ser controlada y de ser sancionada. Que quede en debate compañeros, vamos a apelar a la reflexión y decir aquí hay un error, ojalá la autorregulación y el autocontrol emerjan. Es importante que las personas que usemos las redes, tengamos ciertos principios éticos, que no es esconder nuestros pensamientos, hay que decir lo que uno piensa, hay que criticar, hay que observar, pero hay que saberlo hacer con altura, con argumentos, sin usar adjetivos para eliminar las taras del racismo y la discriminación”, citó García Linera.

El anterior fin de semana, el vicepresidente aseguró que anotaba los nombres de quienes presuntamente ofendían al Mandatario, con insultos racistas y discriminatorios. Estas palabras causaron repercusión en diferentes sectores y en los usuarios de estas redes. Todos coincidían en que el Gobierno debía respetar el derecho de la libre expresión.

Para el diputado por Convergencia Nacional (CN), Javier Alex Orozco, el Gobierno entró en un estado de pánico, lo que obligó al segundo mandatario a retractarse de sus propias amenazas.

“Mientras ellos dicen que la oposición tiene que cuidarse, son ellos los que tienen que cuidarse de lo que dicen, porque sus amenazas han generado muchas críticas, incluso a nivel internacional”, señaló.

Asimismo, indicó que el Ejecutivo le teme a la influencia de las redes sociales que generan corrientes de opinión y debate de temas coyunturales. En el Facebook y el Twitter se observa un rechazo cada vez más evidente a las determinaciones del aparato estatal, aseveró.